domingo, 30 de junio de 2013

Ese Es Mi Problema: NO SÉ DECIR QUE NO.


Un poco de Asertividad y otro poco de Autoestima

 
“Ese es mi problema que nunca sé decir que no a mis compañeros y cuando voy a ver, ya estoy haciendo algo que no quería hacer sólo porque no pude decir que no”. Todos hemos oído esta frase de algún amigo o colega del trabajo, el saber decir que no es un arte y como todo arte hay que aprenderlo, practicarlo y cultivarlo.

El decir no de manera respetuosa y amable en el momento indicado hace parte de ser asertivos y de gozar de buena autoestima. Como la asertividad y la autoestima son temas relevantes dentro de la psicología, si sientes que tienes dificultad para decir no, consultar a un especialista en el área sería una decisión asertiva. En todo caso, he aquí algunos tips que te pueden servir a manejar las situaciones difíciles en las que es necesario decir no y que te pueden ayudar a desarrollar esa valiosa e importante habilidad.

El decir no es un acto adaptativo y necesario para poder desarrollar proyectos individuales pues no se pueden emprender proyectos personales cuando se está siempre trabajando para los proyectos de los demás, este es un caso especialmente común entre colegas, jefes y subalternos en la oficina. Siempre nos encontramos con compañeros de trabajo que están constantemente necesitando de nuestra "valiosa colaboración y ayuda" para presentar "x" propuesta y aunque tengamos una propuesta crítica que presentar nosotros también, terminamos ayudando al compañero a finalizar la suya y luego corremos para lograr entregar la nuestra, lo cual nos genera stress y molestia y, en consecuencia, una baja de nuestra calidad de vida. por supuesto, estas mismas estrategias y frases las podemos aplicar a nuestra vida en pareja, nuestra vida familiar y social, aunque las situaciones son distintas, nuestra necesidad de decir no a aquello que no queremos hacer es la misma. Pues bien, unos tips que te pueden ayudar en estos serían:
 

1. Evita ser impulsivo. No necesitas responder un sí o un no inmediatamente, necesitas tiempo para analizar si puedes y quieres hacer lo que te proponen. En lugar de eso, usa expresiones como: “Déjame verificar mi agenda y te aviso más tardecito”, o “Entiendo tu necesidad, sin embargo creo que tengo mi agenda llena, en todo caso, permíteme revisar y te comento más tarde”. De esta manera, tendrás tiempo para pensar si puedes comprometerte a ceder tu tiempo y tus necesidades o si no es el momento para hacerlo pues exigiría de ti un sacrificio que no estás dispuesto a hacer.

2.  Negocia. No necesariamente tienes que hacer lo que el otro te pide. Puedes ayudarle sí, pero dentro de lo que puedes y quieres. Por lo tanto, puedes probar con expresiones como: “Bueno, no creo poder hacer lo que me pides, pero a cambio, te puedo ayudar a resolver “x” asunto”. De esa manera, te sentirás más cómodo ayudando a tu colega pero dentro de tus condiciones, lo que no implica hacer algo que no puedas o quieras.

3. Decir no de manera amable, considerada y respetuosa. Expresiones como: “Mira, gracias por tenerme en cuenta para este proyecto especial, pero definitivamente esta vez no voy a poder ayudarte, sin embargo sabes que tienes todo mi apoyo de siempre” o, “Comprendo que este proyecto demanda mucho de todos en esta empresa, sin embargo, ya estoy comprometido con otros proyectos y de iniciar algo contigo ahora, podría no dar lo mejor de mí así que prefiero no comprometerme. En otra ocasión, con gusto lo estudiamos bien y con tiempo para brindarte mi apoyo”.

Es importante comprender que aprender a decir no es un proceso que toma tiempo y práctica. Como toda habilidad, no aparece de un día a otro así que ten paciencia y no te rindas, no desistas rápidamente y si requieres de acompañamiento, consulta con un profesional en el área de la psicología que seguramente te servirá de gran ayuda y mejorará tu calidad de vida.
 

Bibliografía




 
http://www.psicologia-online.com/autoayuda/hhss/HHSS4.htm

viernes, 21 de junio de 2013

Sólo Necesito Desahogarme

Sí, por supuesto, que todos alguna vez hemos escuchado a amigos, familiares y compañeros de trabajo decir esto. Y claro que todos nos hemos desahogado, también. Todos hemos sentido esa necesidad de compartirle a alguien algún problema, situación o molestia que nos aqueja.

Desahogar que, según el Diccionario de la Real Academia Española, tiene varias acepciones entre ellas “mejorar el estado de ánimo de alguien, aliviándolo en sus trabajos, aflicciones o necesidades” y “hacer confidencias a alguien, refiriéndole lo que le da pena o fatiga”, no sólo es algo común, algo que todos en algún momento de nuestras vidas necesitamos hacer sino que, definitivamente, es sin duda, una conducta sana para nuestro bienestar emocional o psicológico y físico.

Cuando no podemos desahogarnos, la pena que no liberamos va consumiéndonos por dentro de tal manera que, puede llegar a tener efectos en nuestro cuerpo, psicosomatizándolo en, por ejemplo, jaquecas o migrañas, malestares estomacales, problemas digestivos y en casos graves y crónicos, enfermedades letales como el cáncer, entre otras. En nuestro cuerpo sucede que, como afirmó Maudsley (1876) referenciado en Spagnuolo de Iummato: “Si la emoción no se libera, se fija en los órganos y trastorna su funcionamiento”.

En contraste con lo anterior, cuando nos desahogamos, sólo por el hecho de descargarnos emocionalmente ya sentimos una mejora sustancial en nuestro bienestar psicológico. Pero resulta que, además de esa mejora, el desahogarse también tiene como beneficio el ayudarnos a encontrar soluciones a los problemas que estamos vivenciando, pues cuando le comentamos a nuestro confidente nuestro disgusto, también en ese proceso catártico nos obligamos, sin siquiera ser conscientes, a organizar nuestras ideas y sentimientos y en ese momento podemos acabar entendiendo lo sucedido y visualizarlo de tal forma que veamos soluciones que antes, inmersos en la emoción y el dolor ni podíamos imaginar.

El asunto con el desahogo es que la mayoría de las veces pecamos por consultar a la persona menos indicada: aquella que está relacionada con personas implicadas en la situación problema lo que la hace menos objetiva; aquella que no sabe callar y en su afán de ayudar a arreglar la situación, termina contándole a muchas personas lo que nos aqueja para “ayudarnos” y provoca conflictos aún peores con más personas que originalmente ni tenían por qué saber lo que ocurría; y finalmente, aquella que no ofrece buenas estrategias para solucionar el problema, porque no tiene la preparación, ni la capacidad, ni la habilidad para hacerlo sino que por el contrario nos incita a seguir “rumiando” sobre el sentimiento negativo que nos embarga.

Es ahí, entre otras situaciones, donde encaja perfectamente la labor del psicólogo con sus conocimientos y habilidades y cuando podemos consultar sus servicios. Resulta crítico para nuestro mejoramiento en la calidad de vida el contar con profesionales en quien “poner” nuestras cargas emocionales y desahogarnos buscando una guía o acompañamiento clave que realmente haga una diferencia en nuestras vidas. Al fin y al cabo, ésa es la función de este profesional de la salud mental.  

 

Fuentes Bibliográficas


Spagnuolo de Iummato, Ana. Medicina Psicosomática. Tratado de Psiquiatría. Publicado por la asociación Argentina de Psiquiatras. Editado por el Grupo Guía S.A. Abril, 2009.

viernes, 14 de junio de 2013

Pros y Contras de la Terapia Online


Los Pros y Contras de la Terapia Online

Resulta siempre beneficioso conocer bien lo qué se compra, sean bienes o sean servicios, por ello es importante conocer algunos de los beneficios y riesgos de la terapia online. He aquí un resumen, a modo de cuadro, de los más conocidos y comentados pros y contras de la terapia online alrededor del mundo desde reporteros en el New York Times hasta psicólogos de la American Psychological Association (APA).


Beneficios
Riesgos
La consulta puede ser desde tu casa, oficina, y desde cualquier parte del mundo, sólo se necesita conexión a internet y cualquier medio tecnológico  (celular, pórtatil, tableta) para conectarse, así que hasta estando en vacaciones en Cancún puedes tener tus 50 minutos de terapia.
Hay un límite de confidencialidad marcado por la vía (internet) pues no es posible asegurar que la transmisión esté siendo o no vigilada por un hacker o una tercera persona interesada en la información compartida por el cliente y el terapeuta en la consulta online. 
Resulta más económico pues el terapeuta usualmente cobra menos la terapia online ya que hace consulta desde casa y ya no necesita pagar por la renta de la oficina y los demás servicios del consultorio.
No se puede tratar dolencias graves, suicidas o que impliquen el daño posible o real a otros; la terapia online está restringida al mejoramiento de la calidad de vida del cliente y a trastornos poco graves.
Cuida más tu privacidad pues ya no tienes que sentirte avergonzado o temeroso de encontrarte con tu vecino o la profesora de la escuela de tu hijo entrando a la sala de espera.
El servicio de internet puede fallar en cualquier momento de la sesión o puede ser que la transmisión de datos, ya sea en formato de video, texto, o conversación se disminuya en su calidad.
Respeta más tu tiempo y te ayuda a respetar el de tu terapeuta porque, entre otras, aquí ya no hay tráfico que les dificulte llegar a tiempo.
Hay mucha más evidencia científica de los resultados de los diferentes tipos de terapia presencial pues lleva muchos años más siendo utilizada.
Cualquier persona con dificultades de movilidad puede acceder a la terapia online.
Algunas personas prefieren el formato presencial pues se sienten incómodas sin ver al terapeuta.
El pago pasa de ser sólo y exclusivamente en efectivo a ser también con transferencias bancarias, tarjetas de crédito o débito.
El terapeuta debe tener una visión multicultural; es deseable que por lo menos haya vivido fuera de su país de origen pues tratará con personas de diversas culturas.
Las investigaciones han demostrado que las terapias online son efectivas y se ha registrado la reducción de los síntomas de las dolencias científicamente.
El cliente necesita tener acceso a internet y algún medio tecnológico que le permita conectarse a internet para acceder a una terapia online.
La toma de notas del terapeuta y del cliente es más fácil y asegura  la disponibilidad de la información para los procesos de psicoeducación de la terapia.
Tanto terapeuta como cliente requieren de habilidades computacionales.
Según varios estudios, fortalece el uso de la asertividad en la terapia pues los clientes sienten que pueden tomar un papel más activo online y menos pasivo que el que toman al enfrentar a su terapeuta cara a cara.
 

 

Fuentes Bibliográficas

Ambrose, H. (2000). Therapy and supervision in the age of the Internet. Supervision Bulletin, Fall 2000, 13-14.

Barthelmeus, S. J. (2000). Disclosure of limitations, risks, and benefits by online counseling services: An investigation of the effects of differing amounts of information on perceived desirability. Dissertation Abstracts International: Section B: The Sciences & Engineering, Vol 60(7-B), Feb 2000. pp. 3556.

Becker-Blease K., Wells M.,Mitchel K., Finkelhor D. Online Mental health treatment: Concerns and Considerations. CyberPsychology & Behavior. 2007; 10, 3.

Derrig-Palumbo, K., & Zeine, F. (2005). Online therapy: A therapist's guide to explanding your practice. New York: W.W. Norton

Mallen M.J., Vogel D.L., Rochlen A.B. The Practical Aspects of Online Counseling: Ethics, Training, techonology and Competency. The Counseling Psychologist 2005; 33; 776. 

 

domingo, 2 de junio de 2013

¡Ay, te lo juro que no me alcanza el tiempo!

 
Manejo del Tiempo
 
Es una frase que escucho en mis consultas diarias y es uno de los programas que más diseño en terapia cognitiva conductual: el manejo efectivo del tiempo. Éste es un fenómeno constante que observo en el caso de ejecutivos tanto jóvenes como maduros, amas de casa, estudiantes, empleados, en fin, todos resultamos requiriendo de acompañamiento terapéutico para balancear nuestras vidas y poder disfrutar nuestras actividades con nuestra pareja, nuestro trabajo, nuestra familia, necesitamos tiempo para la recreación, para el deporte, para el cuidado personal y espiritual. Requerimos de una mejor organización del tiempo para poder lograr con éxito esa homeostesis que tanto deseamos y algunas veces simplemente resulta que no nos damos cuenta en qué estamos ocupando nuestro tiempo y necesitamos un "darnos cuenta"; precisamos sólo de un ejercicio metacognitivo de nuestros actos diarios.

El uso efectivo del tiempo en nuestras vidas es crucial en la sociedad de hoy. Un manejo de tiempo adecuado contribuye a sentir que nuestro trabajo es más satisfactorio y hace menos estresante nuestra vida diaria. Es que, como dice Earl Nightingale, “no son las horas las que cuentan, es lo que pones dentro de ellas” lo que sí cuenta para la mejora significativa de nuestra calidad de vida.

Aquí resumiré 5 tips que comúnmente trabajo en consulta:

1.Prioriza

Analiza qué quieres lograr cada semana en un calendario o planificador y luego dilúyelo en actividades y horas determinadas cada día en un “to do list” para que te lleven a la meta trazada en la semana.

2.Agenda tus actividades

Agenda tus citas y compromisos para tener una visión más concreta y clara de tu tiempo libre y de tu tiempo comprometido. Así puedes organizarte y darle la importancia a cada quien y a ti mismo y lograrás el equilibrio que requieres entre tu tiempo personal, laboral, social y familiar.


3.Identifica y define el tiempo para ti y para los demás

Reconoce y delimita la cantidad de tiempo que le darás a cada actividad programada. No permitas que se te “vaya el tiempo” en una o dos actividades por día. Necesitas dejar una ventana de minutos para cualquier inconveniente o imprevisto para que la definición de tiempos sea realista.

4.Sé Asertivo

Comienza a decir NO a aquellas actividades que son destinadas para otros (incluyendo tu pareja, tu mamá, tus hijos) o que otros por cualquier razón no quieren hacer y pretenden que tú hagas por ellos. Permite que cada quien se haga responsable de lo suyo; entiende que así realmente sí te ayudas a ti y ayudas a cada quien a crecer, de lo contrario tendrás empleados, amigos y familiares dependientes de ti, algo inmaduros y un poco inútiles.

5.Delega

Ser asertivo diciendo “no” cuando es el momento adecuado, te llevará a delegar. Identifica lo que tú puedes, sabes, necesitas y quieras hacer. Aquello de lo cual puedes tener la responsabilidad completa y total. Haz lo mismo con los que te rodean. Comenzando por tu círculo familiar y continuando con el laboral.

Con estos tips para mejorar la administración del tiempo se comienza un programa personal y se trabaja en conjunto con mi acompañamiento terapéutico semanal. Finalmente, comparto otra frase del estadounidense pionero en desarrollo personal, Earl Nightingale.

“Estamos en nuestro mejor momento, y más felices, cuando estamos completamente envueltos en un trabajo que disfrutamos en el viaje hacia el objetivo que hemos establecido para nosotros mismos. Eso le da significado a nuestro tiempo libre y confort a nuestro sueño.”

Earl Nightingale (Personal Development Pioneer, Estados Unidos 1921 - 1989)



Referencias Bibliográficas

 
Covey, S. Merril R., Merril R. First things first: To live, to love, to learn, to leave a legacy. Free Press, 1996.
 
Fiore, N. The now habit: A strategic program for overcoming procrastination and enjoying guilt-free play. Tarcher, 2007.

Stack, L. What to do when there’s too much to do: Reduce tasks, increase results and save 90 minutes a day. Berret-Koehler Pub, 2012.