Jassel
Arzuza*
¿Cuál
es la fórmula para ser feliz con mi pareja? La pregunta de
siempre en procesos de coaching de pareja, o, inteligencia emocional (IE) de
pareja.
Y,
bueno, de eso hay mucho que decir, pero, vamos por partecitas.
La Reducción
Con
eso de que tenemos la necesidad de simplificar procesos y huirle a dramas y a
las películas de terror que, a veces pasamos con nuestras parejas, algunas
veces podemos llegar a creernos el “cuentecito” de que las relaciones
interpersonales se pueden reducir a la mínima expresión con 1 fórmula “mágica”
y que, siguiéndola todo será perfecto: el cuento de hadas de Disney, las princesas
y los príncipes.
Pero, “news for you”: NO.
La cuestión no implica ser tan simplista ni reduccionista
como queremos, pero, tampoco hay que complicarse la vida que, ya de por sí, no
es fácil y, más bien, podemos evitar hacérnosla una pesadilla con herramientas y
estrategias en IE que compartiré en estos artículos.
Sí, definitivo, hay situaciones con personas por las que
no nos gustaría pasar nunca como el desamor (que para que no pase hay que
cultivar diariamente, sí, es un trabajo más pero, en esta vida, nada es gratis),
el flirteo de la pareja por otro/a (que nos parte el corazón y nos baja el
autoestima hasta el suelo), el/la “ex” (el dolor de cabeza de muchos), la
suegra (que puede llegar a ser la enemiga íntima número 1 de una relación de pareja),
y hasta más… pero que, no eres el único ni la única que lo pasa, todas son situaciones
que, en un momento u otro, hacen parte de las relaciones.
Son elementos presentes en la vida de cualquier
persona y hay que aprender a gestionarlos con inteligencia emocional.
Cada uno de esos temas y personas requieren de los componentes
en común: tiempo, tolerancia, empatía, amplitud mental, experiencias, conocimientos,
autoestima sana y baja ansiedad. Cuando alguno
falla o falta, probablemente, nos detonemos rápidamente y perdamos nuestro
propósito: ser feliz a pesar de cualquier circunstancia o persona.
Cada Persona es Diferente,
Consecuentemente, Cada Relación es Diferente
Todas
las personas nos parecemos y nos diferenciamos, a la vez.
Con
cada cliente en coaching e inteligencia emocional y, hasta en mi propia vida,
con mis relaciones y con mi esposo, he reforzado la idea que, al respecto, han
venido planteando las ciencias sociales y de la salud, como la psicología, la
sociología y la antropología cultural: no se trata de hallar nuestras
diferencias e ir marcándolas una a una, poniéndolas como obstáculos, como muros
en nuestras relaciones porque, simplemente, no es funcional, no es útil, no
construye, no genera evolución transpersonal que nos haga felices.
Esas
diferencias siempre van a estar ahí entre un ser humano y otro. No importa el tiempo no importa el espacio:
somos diferentes y hay que hacer paz con ello.
De
lo que sí se trata, es de vivir en armonía con las diferencias que tenemos
porque en tu pareja tú no buscas una copia de ti mismo (estarías en un estado
de egocentrismo tal, que sólo podrías enamorarte de ti y claro, el deseo es
válido, pero ten en cuenta que con tanta variedad genética y cultural, es muy
difícil de encontrar a alguien exactamente como tú y te complicarías tu existencia
en ello).
Lo
que sí buscas es a un compañero/a con las AACD para: enfocarnos en lo que nos parecemos,
llegar a acuerdos de convivencia, disfrutar el tiempo que compartimos y evitar
el abuso y la no comprensión que nos “metemos en nuestras cabecitas y corazones”
cuando elegimos el enfocarnos en las diferencias de creencias, costumbres y
crianzas entre nosotros y que nos llevan a lo no aceptación, al desamor y al
irrespeto al otro y a nosotros mismos.
En el próximo artículo:
la primera A del AADC en el amor de pareja.
*Psicóloga,
Master en Psicobiología y Neurociencias, Coach, certificada en Inteligencia
Emocional. www.jasselarzuza.com