viernes, 25 de noviembre de 2016

Tips en Inteligencia Emocional al Terminar una Relación de Pareja

“No lo soporto, es de lo peor, terminamos hace 2 semanas y es como mi peor enemigo, ahora sí que le veo todo lo malo y no puedo creer que siempre haya sido así y le haya aguantado todos esos defectos.
 ¿Tú crees esto?, ¿Será que es normal o me enloquecí?”
Cliente en consulta de Inteligencia Emocional y Pareja, San Diego, U.S.A.
 
Sí que es un evento común. Un 95% de jóvenes universitarios en estudios llevados a cabo en diversas universidades de Estados Unidos por varios años expresaron haber pasado por este proceso luego de terminar con su pareja. Helen Fisher lo llama furia de abandono. Y la explicación que dan los neurocientíficos es que este fenómeno hace parte del sistema de defensa evolutivo del cerebro para proteger a los enamorados que fueron maltratados por sus parejas o que sufrieron decepción o desilusión por las palabras o acciones de sus parejas y pusieron sus energías, tiempo, y esperanza en parejas que fueron infieles, violentas, abusadoras, frías o indiferentes.

El cerebro lo que está haciendo es tratar de curarte de “regresar” con tu ex: te enfoca en sus defectos que antes ignorabas o dejabas de ver por estar “ciego de amor”. El propósito evolutivo es lograr que olvides esa pareja, que dejes de lado esa experiencia en la que tenías idealizada a tu ex, para concentrarte en ti, en mejorar como persona y ya sano y centrado en ti, buscar a otra persona que te ame como tú necesitas, y así, ya luego, formar una familia armoniosa, perpetuando la especie. Porque no podemos olvidar que aunque el amor sea un sentimiento que involucra algo más que la psicobiología y la evolución, su proceso sigue siendo parte de un mecanismo cerebral evolutivo cuyo objetivo siempre será mantenerse en el planeta a través de la descendencia. Con lo cual, si has sentido alguna vez la furia de abandono o estás en ella porque estás en duelo, no tienes porqué sentirte mal, es natural sentir esto alguna vez en tu vida. Lo importante es qué estrategias desarrollar para que no se convierta en un infierno tu vida.

Aunque es un momento difícil porque hay dolor y sabemos que aún te importa tu ex, (no es que lo hayas olvidado como si te hubieran hecho “lavado de cerebro”), y, aunque por momentos te sea útil el sentarte con tus amigos a desahogarte y el hacer 1000 cosas para “olvidarlo”, sería muy conveniente contar con ayuda profesional en estos momentos críticos para gestionar estas emociones pues con un manejo inadecuado, puedes verte tomando decisiones erráticas de las que luego puedas arrepentirte y eso es lo que hay que evitar.

Algunas estrategias que te pueden servir en este momento son:

- Pensar: “Mi vida definitivamente es mía, ahora puedo hacer cosas que dejé de hacer o que no hacía porque a él no le gustaban” (por ejemplo: viajar a X lugar, si a él no le parecía, comprar algunas cosas que él me decía no comprar porque no le veía valor, salir con muchos amigos con los que dejé de salir porque no se sentía cómodo o porque no compartían intereses)”. Así, sientes que recuperas tu vida.

- Autoconversarte constantemente: “Afortunadamente ya no está conmigo” Y, seguidamente, usar aquellos rasgos o situaciones que te maltrataban para terminar el pensamiento. Por ejemplo: ”No tengo que estar pensando si estará con otro (si te era infiel) si está bebiendo (si es alcohólico o tiene problemas con el alcohol o usa cualquier otro tipo de droga) si está furioso y llegará violento (si usa la violencia intrafamiliar o contra su pareja) ”,etc. Así, cumples dos propósitos: vas convenciéndote de que esas situaciones llevan un abuso hacia ti que no mereces y además, aún más importante, cuidas tu amor a ti mismo que es el primer mandamiento de la inteligencia emocional.

- Evitar lugares que sabes bien que él frecuenta para no encontrarte con él y así evitar roces en público, discusiones o peleas que pueden suceder por ser un momento tenso para ambos.

- Cuidar en quien confías tus penas. Este punto es muy importante. Nuestros amigos nos quieren, nuestra familia nos ama, pero precisamente por ese amor pueden ponerse en sistema de defensa y llevarte a tomar decisiones equivocadas y 0 asertivas con sus recomendaciones, o, ellos mismos, por su molestia con la situación, ser imprudentes y decir o hacer cosas que pueden resultar problemáticas, en lugar de, ofrecer soluciones sensatas y razonables.

- Cambiar el círculo de amigos. Si tus amigos eran sus amigos, cambiar de círculo de amigos, alivia mucho el momento tanto para los amigos de ambos como para ustedes. Aparte, cada vez que te das la oportunidad de conocer otras personas, te das a ti mismo la oportunidad de crecer como persona por permitirte abrir tu ventana a otros mundos porque recuerda: cada cabeza es un mundo y eso a ti, te hará más tolerante y más ciudadano del mundo.  

 

Bibliografía

Fisher, Helen. (2006). Broken Hearts: The nature and risks of romantic rejection. Capítulo 1 en Romance and sex in adolescence and emerging adulthood: risks and opportunities. London: Lawrence Erlbaum Associates Publishers.

viernes, 28 de octubre de 2016

Control y Autoridad en la Crianza de los Hijos: 1 Sólo Tip


“Mira, yo vengo aquí porque es que José no me obedece como antes. No sé qué le pasa, está cambiado, no me hace caso, no sé si es porque anda con María, la niña nueva del curso, o porque no está reaccionando bien al divorcio que estoy pasando con su papá o, si es la pre-adolescencia, o qué rayos pasa, así que necesito que hagas que él vuelva a hacer el niño obediente, dulce y dócil que era.”
Cliente en Consulta de Crianza y Familia, México.

Es una solicitud que he recibido varias veces en la primera sesión de consulta de crianza e inteligencia emocional de padres desesperados en América completa, desde Canadá hasta Chile, y, en Europa, desde el Reino Unido hasta España, con distintas palabras y casos, pero la idea, la misma. Es decir, no es una petición contextualizada a una cultura específica, es una idea que ronda varias familias alrededor del mundo, que nos habla de un cambio, de una crisis en la familia que necesitamos analizar y revisar con cuidado por eso escribo hoy de este importante tema.

Para continuar con el hilo de los padres en consulta, luego de escucharles su petición, procedo a explicarles que entiendo, desde el corazón, su desesperación pero que no es mi tarea ni como educadora ni como psicóloga “re-educar” a su hijo para que quede desprovisto de las herramientas de pensamiento crítico y de las competencias personales de toma de iniciativa, competencias tan importantes en la vida de una persona, por obtener, a cambio, su obediencia. Les invito entonces, a trabajar en consultas en inteligencia emocional y crianza, en ellos, como adultos; en revisar la necesidad que tenemos los adultos de control y en los estilos y prácticas de crianza que nos vienen impresas en nuestras mentes y corazones desde la educación que nos brindaron.

Y es que no sólo no está en mi ética profesional ni es mi misión eliminar de un ser humano las competencias que le dejarían totalmente indefenso frente a adultos y frente a otros niños abusadores, acosadores, engañadores y controladores, sino que necesitamos entender las razones psicobiológicas que subyacen a estas competencias para valorarlas en su utilidad ya que nos las ha brindado la naturaleza para poder sobrevivir en este mundo que de manera natural, nos es amenazante. Y, ése es tema para otros artículos…

Lamentablemente, por múltiples factores sociales, religiosos, políticos y económicos, por siglos se ha cimentado la idea alrededor de la crianza y la educación escolar de que la obediencia y la sumisión es el estado ideal de un niño o joven. Y que la dulzura de un hijo significa que éste responda a cualquier tipo de tarea que le imponga un adulto sin cuestionamientos ni miramientos de ningún tipo: el niño no tiene derecho a preguntar ni a pensar nada, sólo a ejecutar la acción que se le dicta y a pensar como el adulto quiere que piense.

En nombre de esa obediencia, de esa dulzura y de ese miedo de los niños y jóvenes a la mal llamada “autoridad” de padres, no saben ustedes cuántos adultos tengo hoy en terapia que han sido violentados y abusados, siendo niños, en aspectos sexuales y psicológicos por sus padres, tíos, docentes, abuelos, amigos y representantes de varias religiones. Claro, muchos de ellos totalmente inocentes e ignorantes del efecto que producen en las competencias intelectuales, personales y sociales de estos niños y jóvenes, estas actitudes impositivas y sólo siguiendo un modelo de padre y madre que recibieron de sus padres pero, otros, nada ignorantes y nada inocentes que por la sumisión de los niños, lograron el abuso intencional que buscaban.

Todas estas prácticas responden a factores fundamentados en filosofías verticales de estilo autoritario, que hoy, para fortuna de las nuevas generaciones, están cada vez más rotuladas como arcaicas y fuera del contexto del ser humano de hoy, con derecho a ser respetado con sus diferencias y con sus cuestionamientos.

Hace siglos, el mundo occidental, buscaba cómo reprimir tendencias separatistas y anarquistas entre los miembros de los grupos sociales para reemplazarlas por el fomento a la unidad hacia el fin social del desarrollo de ciertas clases sociales, políticas y económicas y encontró en la educación y la religión una forma de lograr su propósito.

Desde entonces, el ideal era lograr uniformar a los seres humanos bajo un sólo concepto de persona, bajo un sólo ideal de persona; hoy, ya con más conocimientos y estudios centrados en las neurociencias y psicobiología, entre otras, se resaltan positivamente las diferencias entre cada uno de nosotros y se acepta y tolera la idea de que somos seres con múltiples inteligencias y múltiples estilos de aprendizaje.

Aunque también es cierto que existen aún algunos grupos de la sociedad que sienten que al no haber uniformidad, es una amenaza al “orden” que “debe” existir, bajo su punto de vista de verdad absoluta; y, así las cosas, el que no siga ese orden está ilegal o “en pecado” y hay que aislarlo o acabar con su vida para que no contamine al resto. Para muestra de ello, está el Estado Islámico y algunos países de nuestra Sur América que, con sus ideales de religión y patria, muestran el extremo de este tipo de pensamiento y las nefastas consecuencias que podemos sufrir.

Menos mal que la mamá de Einstein pensaba diferente, imaginen si le hubiera obligado al niño Einstein a pensar como todos los niños de su época (es muy conocido el hecho de que él era catalogado como atrasado mental por sus profesores ya que no pensaba igual que los otros niños ni llevaba su mismo ritmo de aprendizaje) y hubiera crecido pensando que no podía cuestionar los desarrollos científicos de su época porque era un pecado. Pues, simplemente no habría habido toda la nueva ciencia desarrollada a raíz de su genial forma diferente de ver el universo y el mundo; no tendríamos mucha de la tecnología de la que hoy disfrutamos y hacemos tanta gala los seres humanos.

Es que, hoy, estamos viviendo movimientos extraordinarios en cuanto al conocimiento y reconocimiento del ser humano en toda su esencia; hasta el Papa está gestionando en la religión católica los cambios requeridos para comprender al hombre como lo que es, un ser original y único, pidiendo aceptar y tolerar las diferencias que presenta nuestra especie.

Sí, hay un contrato social que hemos contraído todos los que vivimos en esta sociedad occidental, eso es innegable y además sin ese contrato poco o nada habríamos logrado en conjunto. Es con los otros, unidos, que hemos llegado a donde estamos. Nos necesitamos, somos seres sociales.

Las leyes, las normas, los límites cumplen su función autorreguladora, en ningún momento pretendo que sean eliminadas, estaría fuera de contexto pensar algo así. Ya la parte castrante, culpadora y represora que queremos imponer a nuestros niños porque no los podemos controlar a hacer y ser como queremos es la que nos viene del miedo y el deseo de control.

Esa es la que necesita ser asimilada, procesada por los padres, cuidadores, docentes de estos niños y jóvenes de hoy que requieren una educación fundamentada en inteligencia emocional que los capacite en la regulación y gestión de sus emociones para no obedecer las reglas como zombis, sino para entenderlas y aceptarlas como entes regulatorios y no impositivos, para formar hijos autónomos y no sólo dependientes del castigo y la multa para actuar con bondad, verdad y, sobre todo, con calidad humana.

Consecuentemente, mi tip del artículo de este mes es que si usted es padre, tío, cuidador, docente o simplemente consciente de su parte en la educación de las nuevas generaciones:
 
Edúquese para educar con inteligencia emocional, conciencia e información a sus hijos, no con miedo, prejuicios, control y autoritarismo, eso provocará más rebeldía o sumisión entre sus hijos, los alejará de ustedes como padres, infundirán odio, resentimiento, miedo, decisiones y acciones inadecuadas en ellos; los hará infelices a todos como familia. El aumento en su calidad de vida, en el bienestar de su familia y en la convivencia armónica, le demostrará el valor de su inversión y, el mundo, se lo agradecerá.  

miércoles, 31 de agosto de 2016

Tips Asertivos para Manejar los Conflictos

 “Difícil fue para mí calmarme y explicarle a mi jefe el modelo de venta y su propósito porque él lo único que hacía era gritar y buscar el culpable por no llegar a la meta del mes; fue un reto pero, valió la pena usar las estrategias que anticipamos en la consulta pasada. Finalmente, se conectó con el propósito y mi plan de venta y así salió de su obsesión de buscar a quien botar del equipo que es su respuesta de siempre, cuando tenemos problemas.” Cliente de 45 años, en México,  consulta en Inteligencia Emocional y Productividad Laboral.

La palabra conflicto se define en varias acepciones por la Real Academia Española. Aparece definida como combate, lucha, apuro, situación desgraciada y de difícil salida, problema, materia de discusión y coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos. Todas estas acepciones hablan de un momento crítico muy emocional y que se puede presentar en varias áreas de nuestra vida: personal, académico, laboral, familiar, de pareja, etc.

Hay varias clasificaciones de los tipos de conflictos, según la respuesta de las personas a ellos, entre ellas están los 5 modos de Thomas-Kilmann, que se mueven hacia dos dimensiones opuestas, de un lado la competencia y en el otro extremo, la complacencia o acomodación. También están los estilos agresivo, pasivo y asertivo que desarrolla Barrett y el enfoque en propósito y la lucha de poder en los conflictos que trabaja la disciplina positiva de Nelsen.

En estas tres clasificaciones, se observa un punto en común y es que la lucha en los conflictos se presenta como la toma de decisión entre, por un lado, las cuestiones  propias, ya sea necesidades, creencias o ideas que reflejan la posición personal y, por el otro lado, el abandono de lo propio, por las necesidades, ideas, creencias del otro.

Es muy importante aclarar: No hay buenas o malas posiciones, no se trata de una guerra entre el bien o el mal, se hace necesario entender que sólo hay útiles y poco útiles estrategias de conflicto para resolver el problema con efectividad, oportunidad y a tiempo. Algunas veces es acertado ir hacia la competencia, en otras, es más efectivo ir hacia la acomodación.

También se hace necesario explicar que sí hay preferencias marcadas en nuestra forma de resolver problemas que pueden reflejar nuestras tendencias, y que algunas veces abusamos de esa misma preferencia, mostrando rasgos habituales de nuestra personalidad o nuestras creencias. Por un lado, está la tendencia al egoísmo, al enfoque centrado en “tengo la verdad absoluta y la corrección” y al abuso del otro porque “yo tengo la razón”, y, por el otro lado, tendencias a la baja autoestima, inseguridad y al dejarse abusar y “ponerse en último lugar” porque el otro “sabe más, es mejor que yo, es rico, es el jefe” etc.

Como el objetivo de este artículo es compartir tips para lograr manejar un conflicto con asertividad, aquí están:

1.   Revisa cómo te sientes antes de contestar al otro. Si identificas en ti todo tu sistema alterado y a punto de estallar o cero dispuesto a razonar y dialogar, pide un tiempo prudente, retírate del recinto y ve a un lugar donde puedas estar tranquilo o cómodo. Ahí, respira 6 -3 -6 por 10 veces, haz una visualización mental de la situación resuelta y de un ambiente no tenso con la persona que estás en conflicto y los dos felices de haber encontrado un punto de acuerdo, o, si te es posible, camina por 3 minutos para que el despliegue neuroendocrino que se desencadenó en tu organismo, regrese a los puntos neutros y puedas pensar con claridad y no, en modo defensa/huída. Este punto es el primordial, si no logras esto, será muy difícil llegar a un acuerdo razonable.

2.   Presta atención a la información que plantea el otro tratando de no interrumpir. Es difícil lograr esto en una discusión porque es posible que estés centrado en que el otro sólo vea tu punto como el correcto o la vía a seguir, es natural, no te preocupes. Precisamente, el esfuerzo en escucharlo y en salirte de ese esquema de que el otro haga lo que tú planteas, puede permitirte entender que su posición no es “incorrecta” y te puede llevar a establecer un arreglo donde los dos tengan elementos aportados en la solución, siendo así una solución más respetuosa para ambos y tendiente al gana-gana.

3.   Habla con claridad y serenidad, mirando a la persona a los ojos, si te es posible (si no, es un indicador de que necesitas el tiempo para respirar y calmarte primero), y haciendo las pausas necesarias para que tu mensaje no se sienta abrupto. Sí, es un reto, pero el hacerlo, te permitirá actuar desde la inteligencia emocional y no desde el miedo, rabia o impulsividad.

4.   Evita palabras que puedan ser tomadas como juicios personales o descalificativos. En lugar de esto, valida y luego expresa con respeto tu punto: “Entiendo lo que dices y es válido pienso que también podríamos…”, “Veo tu punto, es muy valioso, creo que hay adicionalmente, otras estrategias que nos pueden servir, como por ejemplo:…”, “Además de lo que dices, veo también la posibilidad de …”

Recuerda, todos perdemos la cabeza alguna vez, somos humanos, lo importante es ir aprendiendo estrategias que te permitan ser más inteligente emocionalmente para llevar una vida con más armonía interna y social.

 
Referencias Bibliográficas

Barrett, P. (2012) Programa de Resiliencia Para Adultos. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

Conflicto – definición, recuperado de: http://dle.rae.es/?id=AGHyxGk sitio de la Real Academia Española: Agosto 31 de 2016.

Nelsen J. (2009) Disciplina Positiva. Ed. Ruz. Mexico.

Thomas, K. W., and Kilmann, R. H. (2009) "An Overview of the Thomas-Kilmann Conflict Mode Instrument (TKI)." Kilmann Diagnostics Website.

sábado, 30 de julio de 2016

Generando Autoconversaciones Inteligentes en Emoción

 “Y cada vez que entro a esa oficina no dejo de pensar en todo lo malo que pueden estar diciendo de mí, desde mis zapatos rojos hasta que hablo un francés regular y que no estoy a nivel para las convenciones en Ginebra… y, ahí me entra un dolor como en el pecho y una vergüenza, una sensación de menos que me hace hasta sudar y tartamudear y comienzo a actuar y hablar de una manera tan insegura y de poca cosa que termino cumpliendo mis peores pesadillas: dejo en todos la impresión de que soy una insegura y ansiosa; definitivo: yo soy mi peor enemigo.”
Cliente de 35 años, en Nueva York,  consulta en Inteligencia Emocional.

Esas autoconversaciones negativas, contraproducentes a nosotros de manera personal y profesional, son factores críticos, enemigos de la inteligencia emocional y está bien estudiado y documentado en el campo. Lo más interesante es que es lo más común y natural en todos y cada uno de nosotros pues está ligado a la ansiedad individual y colectiva de nuestro sistema evolutivo, hace parte de la regulación de los seres humanos, de su sistema metacognitivo que le permite monitorearse y corregir lo que está siendo poco provechoso para sus necesidades y deseos para lograr sus metas con efectividad y eficiencia. Con lo cual, es un asunto que diariamente escucho en consulta, y es que aproximadamente nos decimos unas 25.000 palabras al día y de ellas, la gran mayoría son en contra de nosotros, son manifestaciones de nuestros miedos, angustias y ansiedades.

¿Cómo bloqueamos esos pensamientos negativos y obtenemos los positivos, los que nos sirven y nos empoderan para llevar a cabo los retos que se nos presentan contantemente? Una de las formas más efectivas y poderosas que se ha desarrollado al detalle desde la psicología cognitiva conductual es el uso de pensamientos o ideas que reestructuren nuestra cognición para que nuestros pensamientos influyan en nuestros sentimientos y surtan los efectos deseados en nuestra psicobiología, cambiando hasta las respuestas fisiológicas de sudoración, mariposas en el estómago, nudo en la garganta, etc. que sentimos cuando aparecen los pensamientos bloqueadores.

Voy a compartir contigo algunos de los pensamientos constructivos que desarrollamos en consulta en inteligencia emocional y en life & business coaching para contrarrestar los pensamientos bloqueadores tanto a nivel personal como a nivel profesional. Todos son traídos de casos reales, sólo recuerda, es parte de todo un proceso de crecimiento personal y profesional, te pueden ayudar para una o dos situaciones a corto plazo, pero si no te sirve a largo plazo, te recomiendo que busques ayuda profesional para lograr tus metas de manera profunda.

 
Pensamientos Bloqueadores
Pensamientos Constructivos
¿Para qué sigo en este proyecto si ya he fracasado 2 veces? No era tan buena idea al fin y al cabo… Esos asesores de proyectos y coaches no sirven para nada, boté todo mi dinero ahí. Y yo  definitivamente, soy lo peor, por andar de ingenuo y creyendo en mí como si fuera la gran cosa, ahora sí me voy a ganar el título de iluso, eterno soñador y gran perdedor… todos mis amigos se van a reir de mí porque es que desde el principio me dijeron que mi idea es muy loca y diferente sólo Juan me creyó pero bueno, él como yo, está empezando a hacer su empresa, así que no vale, es sólo otro iluso y soñador que cree que sí puede solo contra este mundo difícil y lleno de trampas y donde sólo con conexiones importantes sales adelante.
Bueno, la tercera es la vencida. Aquí voy de nuevo, revisaré qué falló y replantearé mi estrategia con los asesores y coaches, porque mi idea es buena, es innovadora, es diferente, tiene todo para ser un éxito, hasta Juan lo cree y me apoya, es más voy a pedirle consejo a él también. Sólo necesito no desesperarme y cambiar el cómo hasta encontrar el camino que me llevará al éxito. Yo soy mi mejor ingrediente al éxito, confío en mí y en mis capacidades. No me rendiré y si se burlan, que se burlen al fin y al cabo, cada quien tiene derecho de hacer lo que desee, siempre y cuando no haga daño a otros y yo no estoy dañando a nadie y tengo derecho a creer en mis sueños y arriesgarme. Quien no arriesga, no gana.
Yo sí soy de malas, mi primo siempre consigue lo que quiere, y yo siempre en la olla. ¡Uy! ése sí que tiene una suerte. No, definitivo, como decía mi mamá, es que unos nacen con estrella y otros nacemos estrellados. Y yo me debo resignar, soy un estrellado. El destino me hizo así, nada qué hacer, lo mejor es rendirme y conformarme con lo que tengo.
No sé si existirá la suerte pero qué bueno que a mi primo todo le salga bien. Lo que sí puedo hacer es preguntarle qué cree él que le hace lograr sus sueños. Además, sé que si analizo cómo lo hace, puedo descubrir cuáles son las estrategias que le ayudan a conseguir sus metas y aplicarlas en mis proyectos, a lo mejor, yo también lo logro.
Y, ¿Cuánto más debo esperar a que esta estrategia me funcione? Estoy harta ¡Qué desespero!, ¡Ya voy a tirar la toalla con este personaje, no lo aguanto más!, Es que no entiende que las cosas se hacen así en esta casa, es como yo digo, ya lo hablamos en consulta, ya se lo he dicho como 300 veces. No sirven esas terapias familiares, que paciencia ni qué nada, qué ceder ni qué ceder, qué proceso ni qué nada, qué tiempos ni qué tiempos, qué conexión ni qué conexión, esto es un desastre total y nada va a cambiar, está decidido: ¡Me voy o se va él de esta casa!
La tierra no se hizo en un día, tomará tiempo pero, como dice la psicóloga, no es un proceso fácil y rápido, es toda una adaptación y con respeto, amor, perseverancia, tolerancia, aceptación, comunicación asertiva, reglas, compromiso y dedicación, ¡Lo lograremos! Habrá discusiones y roces, es normal, pero lo importante es mantener la armonía familiar y mi autocuidado y seguir con el acompañamiento profesional. Si me siento mal, no voy a desesperarme y gritarle, debo respirar, conectarme conmigo y con él y seguir los pasos que acordamos en consulta.
Ya me está viendo la bruja esa del piso 2… Ay no, ¡Qué hartera!, ¿Qué cara me pondrá hoy?, ¿Será que le gustará lo que llevo puesto?, ¿Será que aprobará mi peinado? Desde que llego no hace sino ver qué traigo puesto, si me combina los zapatos con la cartera, si mi peinado va bien o se me salieron los cabellos de la cola de caballo que traigo, ¡Qué tortura!, ¡Qué mal y confundida me hace sentir esta vieja a mí! … Ay no y ahora la supervisora de comercial ya viene a decirme que no le gustó la palabra X que le escribí al email de la empresa Y porque no lo ve necesario para cerrar el contrato, es que ya la conozco, a todo lo que hago le ve un “pero”, me la tiene “montada”, no me soporta… ay ahí viene José ojalá crea que me veo bonita para ver si se anima a invitarme a salir esta noche…
Y aquí vamos, “it’s showtime”! A ver… compañera del piso 2, sé que me miras todos los días para ver si sigues mi modelo o no, te cuento: me gusta cómo me veo, cómo me siento con mis zapatos y mi cartera, si no te gusta, estás en todo tu derecho, ¡No tenemos que tener los mismos gustos, no me visto para ti! Yo respeto tus gustos y elecciones y respeto los míos... Hola supervisora de comercial, sí, tal vez pienses que esa palabra no iba, pero tengo mi fundamento comercial para usarla, sólo espero que me preguntes para comentarlo… Bueno, José, espero que veas lo bonita que soy por fuera y por dentro y si no te animas a invitarme, pues yo te invito a tomarnos un café en el receso, a ver si te conozco más, me conoces y hacemos click para al fin salir y si no, no pasa nada, quedamos de amigos.

Referencias Bibliográficas

Barrett, P. (2012) Programa de Resiliencia Para Adultos. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

viernes, 27 de mayo de 2016

El Reconocimiento a los Otros: Factor de Inteligencia Social

Muchas son las veces que en consulta laboral, familiar y de pareja me he encontrado con que las personas no sabemos cómo ofrecer un reconocimiento a los detalles, funciones, acciones y comentarios que el otro hace y que nos mejora nuestra vida. Y no me refiero a reconocer sólo como el dar premios, medallas o algo por el estilo, me refiero al hecho sencillo de comunicar al otro que lo que él hace, yo lo veo, lo percibo y que es valorado y apreciado por mí.

Con el análisis que en conjunto hago con mis clientes y a través de los textos y cursos que he estudiado, he llegado a comprender que el reconocimiento desafortunadamente no es algo común ya que no es una práctica fomentada ni en la casa ni en la escuela ni en la sociedad en general pues, aunque sí se nos impulsa a decir gracias y a agradecer, no se nos enseña a reconocer los logros de los otros con palabras específicas y de manera constante; y, como apunte curioso, hasta me ha llamado la atención el que algunas personas me han expresado que lo sienten como un “pecadillo” porque aumentaría la vanidad y el orgullo del otro, atributos percibidos como defectos en algunas religiones y culturas. El asunto es que el reconocimiento, por un tiempo, parece haber sido “satanizado” tanto así, que existen los reconocimientos post mortem y éstos hasta apenas unos pocos años eran más habituales que los reconocimientos hechos en vida.  

Sorprendentemente, los estudios han demostrado cómo lo contrario, el validar las acciones de los otros, mejora sustancialmente nuestras relaciones y tiene efectos en nuestras vidas de distinta índole, por ejemplo, se ha hallado que es la falta de reconocimiento social lo que el 79% de los empleados en las empresas citan como la razón primordial para renunciar en una compañía (Temple, I., 2015). También se ha identificado que la validación es uno de los factores de inteligencia emocional esencial para ser desarrollado en casa y acrecentar la inteligencia social pues se ha encontrado la más alta correlación entre una niñez, adolescencia y adultez inteligente emocionalmente con la presencia de padres amorosos (que no permisivos) que comunican y expresan constantemente a su hijo sus sentimientos y que reconocen y validan las acciones y logros que todos realizan en la familia.

Por ello, por ser factor de inteligencia emocional y social, hoy comparto contigo 4 tips para darle la validación y reconocimiento al otro de manera adecuada que mejorará esas relaciones sociales de tu vida.

1.   Expresar el hecho y no exagerar el sentimiento. En este punto es importante no confundirse con alabar o adular que es muy diferente a reconocer o validar y que por la emoción, a veces se nos pasa. Para validar una acción o logro, el enfoque se centra en lo que la persona hace; por ejemplo: “Luis, he observado que manejas un lenguaje más profesional al dirigirte a los clientes en tus emails. Muy bien por ti.”

2.   Evitar el narcisismo y reforzar la autoestima sana. Esta es la razón implícita, parte del miedo en nuestra sociedad, al reconocer logros y es lo que la ciencia ya ha comprobado a través de numerosos estudios: un reconocimiento expresado inadecuadamente puede llevar al narcisismo. La investigación más reciente es un estudio longitudinal en Holanda del que se encontró que, especialmente con los niños pequeños, aquellos cuyos padres decían “eres muy especial”, “eres maravilloso”, “eres lo mejor del mundo” desarrollaban un ego inflado y un narcisismo incontrolable, tipo “emperadorcito” (Brummelman, E., 2015).  Mientras que, los padres que sólo mostraban que los amaban y así lo expresaban sin hacerlos sentir extra especial, ayudaban a generar autoestima sana en los niños. Es decir, evitemos generar comentarios absolutistas que inflen el ego, evitemos eso de: “eres lo más …”

3.   Reconocer el hecho en el momento en que se presenta. También se puede hacer como fruto de varias acciones, sin embargo, es mucho más asertivo hacerlo cuando se presenta. Por ejemplo, con la pareja, si llega constantemente tarde a casa del trabajo y es algo que se aprecia, decirle: “Amor, gracias por llegar temprano a casa hoy para estar más tiempo compartiendo conmigo.”

4.   Acompañar las palabras con gestos no verbales. Un abrazo, una sonrisa, un beso, una palmadita en la espalda o el hombro, agarrar la mano del otro, todos estos son gestos que vienen bien al hacer el reconocimiento verbal. Claro todo depende del contexto; en el laboral, es muy usual la palmadita en la espalda y, entre parejas, un beso, ¡que no lo contrario! ;)  

Referencias

Barrett, P. (2011) AMISTAD para siempre. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

Brummelman, E., Thomaes, S., Nelemans, S., Bram, O., Overbeek, G., Bushman, B. Origins of narcissism in children. Proc. Natl. Acad. Sci. USA 2015 vol. 112, 12, 3659 – 3662.

Nelsen, J. (2009) Disciplina Positiva. Ediciones Ruz. México.

Nuñez, G. (2016). Educando con propósito. Panamericana Formas e Impresos S.A. Bogotá.

Siegel, D. Bryson T. (2012) El cerebro del niño. 12 estrategias revolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de tu hijo. Barcelona: Editorial ALBA

Temple, I. El poder del agradecimiento. El Comercio, 17-03-2015, Perú. 

jueves, 28 de abril de 2016

4 tips para Mejorar tu Comunicación con el Adolescente

“Es que ya no sé si es grosería, rebeldía natural de la adolescencia o falta de un buen golpe o castigo, la cuestión es que diga lo que diga, fallo con él, siempre fallo.” Cliente en Consulta de Crianza y Familia, Estados Unidos.

Sí, muchas veces nuestra comunicación con los adolescentes sufre de muchas interferencias, confusión, emociones alteradas y falta de claridad y empatía de parte y parte. Este cliente estaba en estado de desesperación por tratar de llegar a comunicarse con su hijo y de hallar la manera de consensuar sus ideas con las de su hijo y muchas veces, en tratar de imponer su mundo, sus creencias a su hijo que sentía eran las “correctas” y que “debía aprender” su hijo para ser exitoso. Descubrimos en consulta que él sólo quería ser un “buen padre” para su hijo, para probarse como buen padre y para serlo “frente a la sociedad” y tenía mucho miedo de fracasar en esa tarea y de que su hijo fuera un “desastre” por su culpa. Por supuesto, no resolvimos el problema en una o dos sesiones ni pretendo que con este artículo tú resuelvas tu problema de comunicación con tu hijo adolescente, aquí sólo compartiré 4 tips que han ayudado a este cliente y a otros a mejorar su comunicación con su hijo adolescente y que te pueden ayudar a mejorar tu relación padre-hijo con tu adolescente. Esto es sólo un inicio.

1.   No te lo tomes como algo personal. Recuerda cuando eras joven y sentías que la brecha generacional era muy grande y que tus papás no te entendían. De la misma manera, se siente tu hijo, incomprendido y fuera de lugar; sólo con ciertos grupos de personas se siente entendido, identificado y a gusto. Entonces, respeta su espacio y dile con mucho respeto, amabilidad y amor, que tú también pasaste por ese momento y que lo entiendes totalmente, que tuviste esas mismas actitudes y que como ya lo viviste, sabes que habrá muchos momentos duros, tristes y otros alegres e inolvidables y que él cuenta contigo para ser escuchado y valorado, aunque habrá cosas que no te guste oír y darás tu opinión o guía como padre pues por eso eres padre y no su amigo del momento, pero que entiendes que es su momento de vivir retos y tomar decisiones y claro hazle ver que también tendrá que asumir las responsabilidades por las acciones y decisiones tomadas. Y, por supuesto, recuerda que en la comunicación, escuchar a tu hijo significa entrar en su mundo, entenderlo y aceptarlo y no estar buscando cómo hacer para que en la comunicación lo moldees a lo que tú crees, según tus ideas o creencias que debe él ser, hacer, comportarse, sentir o hablar. Hay un balance entre las reglas para vivir en armonía y el respeto por la unicidad de tu hijo y las dos cosas deben estar claras entre tú y él.

2.   Si tu tono de voz es muy alto continuamente o si tienes por costumbre gritar, deja de hacerlo. Si estás acostumbrado a amenazar o a condicionar tus acciones y las de los demás para lograr que hagan lo que tú quieres, y además, no cumples esas amenazas y condicionamientos, deja de hacerlo. Estás perdiendo autoridad y respeto de tus hijos y dejando al miedo ganar terreno en tu relación con tus hijos. Muchos hijos adolescentes sienten la imposición del adulto continua con los gritos, el condicionamiento y las amenazas como algo negativamente retador o abrumador y aplastante, entonces, la respuesta puede ser la rebeldía absoluta, la sumisión total (anulación del joven), la hipocresía mezclada con cobardía (“por ahora lo hago y hasta sonrío, porque me estás gritando, pero apenas voltees, hago lo que quiero”) o la venganza (“deja que te vayas y haré algo peor para que así me grites más duro”) y ninguna de las cuatro reacciones son productivas para ellos ni para ti como padre. Es más factible que si hablas con firmeza (que no es grosería ni gritar sino hablar con fundamento, asertividad y serenidad), respeto y amabilidad, ganes el respeto de tus hijos y de todos los que te rodean al igual que entender que no siempre tendrás la razón de todo ni que todo se debe hacer como tú consideras. Somos padres, pero no dioses, no tenemos la verdad absoluta ni conocemos todos los factores para llevar al éxito al mundo entero en nuestras manos, así que no necesariamente tenemos el de nuestro hijo.

3.   Evita los sermones constantes y las miradas reprobatorias por cada cosa que haga o diga tu hijo. No hay mayor separación padre-hijo que esos gestos no verbales, como la “volteada de ojos” o las “miradas matadoras” que no dejan espacio a la aceptación o tolerancia del otro y ni qué hablar de los sermones. Tu hijo se siente completamente aislado, señalado y fuera de lugar cuando está contigo y tú reaccionas de esta manera. Sí, es muy difícil no reaccionar así cuando te dice algo que tú ves como inaceptable, loco o ilógico, estamos de acuerdo, más de una vez yo también lo he hecho, ¡Que somos humanos no robots! Y, ahí es cuando de nuevo, vienen la empatía y el enfoque en soluciones a nuestro rescate. No queremos quedarnos enfocados sólo en el problema, sin resolverlo y estar quejándonos todo el día, si no, en cómo solucionamos de manera equilibrada o de la manera más tranquila ese problema. Así que, ponte en su lugar, él está conociendo el mundo y quiere disfrutarlo, él, como tú, tendrá que pasar por momentos duros, donde algunas veces, saldrá lastimado pero, al igual que a ti, estará vivo y eso lo hará aprender sobre la vida, no es quitándole esos momentos de aprendizaje que él va a madurar. Recuerda eres una guía en la vida de tu hijo, no eres su dueño, él necesitará pasar por esas amenazas y desafíos de la adolescencia para ser adulto, es parte de la vida. Por supuesto, ahora no es irte al otro lado, dejarlo hacer todo lo que quiera sin ningún límite o regla, eso sería ser padre permisivo y también tiene efectos negativos muy poderosos y como es un tema delicado y profundo, aquí, en este tema sí que te recomiendo una guía profesional si estás teniendo dificultades en ese sentido o dudas sobre cómo no ser más un padre autoritario o permisivo. Más vale prevenir que lamentar, ¡Que en crianza ningún hijo nació con un libro de instrucciones bajo el brazo y necesitamos una guía profesional!

4.   Valida, valora y reconoce los logros y cualidades de tu hijo. Si sólo te centras en lo negativo y en el miedo a que fracase, estarás dejando de lado sus logros y virtudes y entonces, podrás tener un hijo que, como respuesta, se convierta en un ser perfeccionista y exigente de sí mismo y de todo y de todos. Un ser poco tolerante e infeliz que le hará a los demás la vida infeliz también, que no reconocerá la importancia de los errores, del perdón y de entender que los seres humanos estamos en constante evolución y aprendizaje y que sólo cayendo nos levantamos. Reconocer, validar y valorar logros es parte importante de todo un sistema social e individual psicológico ya registrado como un factor protector de la inteligencia emocional. Si tú eres capaz de visualizar lo valioso en tu hijo y transmitírselo, y él puede reconocerse como alguien valioso dentro del sistema familiar y social por sus aptitudes, actitudes y potencialidades personales, será un foco de resiliencia esencial en el futuro cuando necesite enfrentarse a los desafíos personales que minen su valía o que por presión social lo puedan llevar a tomar decisiones improductivas para su vida (y sí me refiero a “malas compañías”, drogas, facilismo, agresión/acoso escolar, etc.) es en ese momento en el que tu validación de lo valioso que es él, marcará la diferencia en su decisión y acción, tú le habrás ayudado a formar el primer factor protector de inteligencia emocional, habrás cumplido con tu misión de padre: formar para que tu hijo viva independiente de ti y con herramientas para ser feliz y aportar a la sociedad desde su unicidad.    

Referencias

Barrett, P. (2011) AMISTAD para siempre. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

Brackett, M., Salovey, P., Rivers, S. et al. (2013) Emotion Skills as a Protective Factor for Risky Behaviors Among College Students. Journal of College Student Development. Vol. 54.No. 2 March/April 2013.

Brackett, M.A., Mayer, J.D. & Warner R.M. (2004). Emotional Intelligence and its relation to everyday behavior. Personality and individual differences, 36, 1387-1402.

Mayer, J.D., Salovey, P., & Caruso, D.R. (2008) Emotional intelligence: new ability or eclectic traits?. American Psychologist, 63, 503-517.

Nelsen, J., Glenn, S., Lott, L. (2007) Disciplina Positiva A-Z. Ediciones Ruz. México.

Nelsen, J. (2009) Disciplina Positiva. Ediciones Ruz. México.

Rivers, S.E., Reyna, V.F. & Mills B. (2008). Risking taking under the influence: a fuzzy-trace theory of emotion in adolescence. Developmental Review, 28, 107-144.

viernes, 18 de marzo de 2016

Agradecer, Factor Protector de la Inteligencia Emocional


 “Después de 2 semanas de diario de agradecimiento, he entendido eso que dice que sólo dando, recibimos pues lo que recibí de vuelta fue el redescubrimiento de todo lo que tengo en mi familia, en mi esposo, en mi empresa, en mis amigos; he recuperado el sabor de mi vida, pensaba que mi vida era aburrida e insípida, pues no, la aburrida era yo con mi actitud. Ya no lo tomaré más por sentado. Ahora sí veo todas mis bendiciones y soy consciente de ellas día a día.” Cliente en Consulta de Inteligencia Emocional, Sincelejo, Colombia.

Sí, es cierto, dando es como recibimos. Este cliente estaba en un estado de tristeza grande, a punto de ir a la depresión porque no le veía sentido a su vida, no veía qué diferencia hacía si vivía o moría. Varias estrategias en inteligencia emocional, incluyendo el diario de agradecimiento, fue lo que desarrollamos en nuestro trabajo en conjunto y hoy su vida es totalmente diferente. Y es que la ciencia ha avanzado mucho en el tema, se ha podido comprobar la relevancia del agradecimiento en el estado emocional de las personas en todos los países y sociedades del mundo.

Entre otros, los estudios han demostrado que las personas que regularmente tienen como hábito el agradecer de corazón y de manera consciente todo lo que son o tienen, muestran un grado de protección a los eventos difíciles y traumáticos a los que nos enfrentamos diariamente. La gratitud se convierte así en un factor protector de inteligencia emocional que necesitamos estimular en nuestras vidas.

Se ha comprobado también la relación entre poca posibilidad de enfermedades coronarias como ataques al corazón con niveles altos de gratitud y estados de ánimo positivos así como, con más horas de sueño y menos posibilidades de inflamación de tejidos.

Otros estudios muestran que la gratitud fortalece el sistema inmunológico y estimula nuestras redes neuronales cuando logramos conciencia diaria de todo lo que tenemos y somos.

Adicionalmente, el saber agradecer, además, conlleva un rol social, que incentiva la activación de los valores de generosidad y solidaridad, lo que nos lleva a descentrarnos de nuestros problemas y necesidades, a mantener un punto de vista positivo de las situaciones y nos lleva a ser o considerarnos parte de la humanidad, nos aumenta el sentido de pertenencia a la especie humana. Es así como estudios han demostrado que por ello, ser agradecido aumenta también tus posibilidades de tener, hacer y mantener más amigos o relaciones interpersonales sanas y felices.

Algunos tips para reforzar este deseable hábito son:

1.   En tiempos de crisis personales, enfoca tu atención en lo bueno y bonito que es parte del mundo en que vivimos pero está afuera de nosotros. Muchas veces estamos tan concentrados en nuestros conflictos diarios (laborales, de relaciones de pareja, de relaciones con nuestros hijos, de deudas que pagar, de compromisos o metas que cumplir) que olvidamos todo aquello con lo que contamos de manera externa, que siempre ha estado ahí desde que el hombre es hombre y que nos hace la vida mejor; es todo lo que compone lo que llamamos la naturaleza, como el buen clima, la lluvia con sus gotas frías que alimenta la tierra, el olor de la tierra al llover, las flores de todos los colores, la nieve blanca, el azul del cielo, el aire que respiramos, etc.

2.   Cuenta tus bendiciones y siéntelas como valiosas. Los estudios sobre la pobreza y riqueza económica en países desarrollados como Japón y Noruega y en países en vía de desarrollo como India y Colombia muestran que no es precisamente el tener más o menos confort material o recursos económicos lo que te lleva a ser feliz si no, tu actitud frente a lo que tienes, el valor que le das a lo poco o mucho que tienes. Es por ello tan importante el revisar constantemente todo lo bueno que tenemos, recordarlo y valorarlo y no tomarlo como sentado. No es tener más lo que hace más feliz a una persona, es entender y valorar que lo que tenemos es lo que ahora nos hace esta vida posible, nos hace nuestra vida más cómoda y feliz.

3.   Lleva el diario de la gratitud. Es algo que trabajo en consulta y hasta ahora puedo afirmar que funciona de manera efectiva con todos mis clientes: Todas las noches, antes de acostarte, recuerda lo que has hecho en el día y apunta aquella cosa o aquellas cosas por las que te has sentido agradecido por ejemplo, por tener vivos a tus padres, por tener ese amigo que te hace reir, por tener un esposo que te abraza en la noche, por tener un carro que viejo o nuevo te lleva a tu trabajo, por poder ser testigo de los nuevos pasos de tu bebé en su proceso de crecimiento, por tener ojos para ver y así, podrás hacer una lista larga de cosas por las que agradecer.

4.   Llama y agradece a alguien que haya sido relevante en tu vida. Por dos semanas, todos los días ponte en la tarea de escoger 1 persona que ha sido para ti importante en tu vida porque te ha llevado a ser la persona que hoy eres y llámala y dile: “Hola XX, sólo llamo para decirte gracias. Gracias por estar en mi vida, gracias a ti aprendi XX o pude hacer XX o soy XX o tengo XX o he podido entender XX o he podido sentir lo que es XX.” También lo uso con frecuencia con mis clientes y lo que ellos reportan como respuesta del ejercicio es la calificación de momento impactante y supremamente positivo en sus vidas. 


Referencias

Barrett, P. (2012) Programa de Resiliencia Para Adultos. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

Bartlett, MY., Williams, LA. Warm thanks: gratitude expression facilitates social affiliation in new relationships via perceived warmth. Emotion, 2015 feb. 15(1) 1-5.

Emmons, R., McCullough, M. Counting Blessings vs burdens: an experimental investigation of gratitude and subjective well-being in daily life. Journal of personality and social psychology. 2003, vol. 84, No. 2, 377-389.

Madell, R. (2012) A dose of gratitude: how being thankful can keep you healthy. Healthline.

Sifferlin, A. (2015) Why being thankful is good for you. Time, Nov 23, 2015.

domingo, 31 de enero de 2016

7 tips para lograr tus metas (con casos incluídos)


Hace 3 semanas estuve invitada a dos programas radiales en una emisora de Toronto (Vida Sana con Arianna) para compartir mis experiencias y conocimientos en coaching y psicología sobre ¿Cómo lograr las metas que nos proponemos al principio del año? Así que, siendo este el primer mes del año y siendo un tema que interesa a muchos lectores, les comparto una síntesis, a través de este artículo, de lo que conversamos en esos dos programas (para el que desee escuchar el segundo programa del día enero 20 del 2016, el video del audio está colgado en: https://www.youtube.com/watch?v=BjaK4lEezTs ).
 
1.   La primera es previa a iniciar las acciones que nos llevarán a la meta y eso es conocer el punto A, que se refiere al punto donde iniciamos o donde estamos actualmente, es conocer nuestra realidad física y emocional y trabajar con ella y desde ella. Es decir saber en qué punto estás ahora y cómo estás; por ej. Yo quiero llegar a perder 10 kilos, lo cual es cierto tengo que bajar 10 kilos porque estos días de navidad en Colombia me tienen comiendo en exceso, entonces sí esa es mi meta, pero para ponerme, para plantearme cuanto tiempo decido que me tomará llegar ahí y el cómo hacerlo es decir, qué acciones incluyendo dieta y ejercicios  voy a cumplir para lograr mi propósito, necesito tener claridad de mi realidad diaria de la realidad física y de la emocional. Para aclarar mi idea les voy a compartir un ej. Especifico De una cliente en life coaching en Estados Unidos que se sentía un poco frustrada por sus kilitos de más y que quería mejorar su imagen personal y su estilo de vida. Ella es una persona que viaja mucho y a diferentes husos horarios lo que le hace tener horas de comidas disparatadas y le hacía comer en cualquier restaurante, no siempre sano, haciéndole difícil mantener ese hábito. Además no todos los días puede hacer ejercicio porque sufre de una hernia de cuidado y la recomendación del médico es no hacer ejercicio más de 3 veces a la semana, esa era su realidad física pero entonces, además de que era difícil llegar a la meta por sus especificidades físicas, ¿Qué le pasaba a nivel emocional? Ella veía que sus amigas seguían la dieta X Y Z e iban al gym todos los días por horas y estaban todas “fit” pero ella no y se concentraba en el pensamiento y en la idea de  que si ellas podían, ¿Por qué ella no? De alguna manera, se sentía menos porque no podía lograrlo y, lo pensaba, sin tener en cuenta que trataba de aplicar todas las estrategias de sus amigas que tenían una vida completamente diferente a la de ella; a ellas les servía pero a ella, no. Esa comparación constante con sus buenas amigas, la hacía sentirse frustrada consigo misma y hasta algunos días, furiosa, especialmente cuando iba a los almacenes de ropa y sentía que no se podía comprar la ropa que quería porque le marcaba el gordito aquí y el gordito allá... ¿Qué hicimos en nuestro trabajo en conjunto? Revisando su estilo de vida, cambiamos esa práctica de aplicar lo que a los otros les sirve sólo porque a los otros les sirve y más bien, aplicamos cómo vernos a nosotros mismos en nuestra realidad, aceptarla y trabajar con lo que tenemos. Así las cosas, lo que hicimos fue usar sus beneficios a favor. Como ella viajaba tanto, la empresa para la que trabajaba le apoyaba en los gastos de comida y podía pedir prácticamente lo que quisiera y como regularmente iba a los mismos países y ciudades, nos pusimos en el trabajo de hacer un mapa de restaurantes sanos, revisamos los menús y escogimos las 4 comidas que le gustaban de cada uno y que eran las más saludables, las que tenían menos calorías y grasas, pero que, para ella, seguían siendo deliciosas y entonces, contactamos a estos restaurantes y viendo su calendario nos adelantamos y les pedimos las llevaran a los lugares en los que ella estaría reuniéndose con sus colegas de trabajo; esto le ayudo muchísimo a regularse sus hábitos alimenticios. Con el ejercicio, lo que hicimos fue tener lunes miércoles y viernes ejercicio en el gym del fuerte y martes y jueves, compramos un aparatito de gimnasia pasiva que la reforzaba en las partes en las que no se afectaba su hernia. Finalmente, Sí, nos costó 1 año y cambiar de restaurantes una que otra vez, pero llegamos a sus 15 kilos pero eso sí ella hoy está feliz y se siente satisfecha físicamente y emocionalmente. Entonces, punto 1: Revisemos nuestra meta desde lo que somos y desde el punto donde estamos porque, mis acciones para llegar a mi meta deberán ser personalizadas, contextualizadas a mi vida diaria, no sirve compararme siempre con los demás, cada quien lleva su ritmo, cada quien tiene su historia.

2.   La segunda acción, ya teniendo una meta, sería revisar todo aquello que nos sirve como motor y todo aquello que nos sirve como limitante tanto interno como externo, incluyendo creencias, emociones y hasta redes de apoyo (como amigos y familia) que son positivas y nos apoyan en todo y evitar las que no nos ayudarán en nuestro objetivo. Por ejemplo tuve una vez un cliente en Colombia en psicología que quería bajar su nivel de alcohol en sus actividades de ocio porque el guayabo como le decimos en mi tierra o la resaca, como se le conoce, le daba tan duro que era miércoles y él aún no podía ir a su oficina porque físicamente no daba para pararse de la cama, es más muchas veces, al inicio de nuestro trabajo él tenía que cancelar la cita, entonces, como él es abogado y tiene su bufete los asistentes y compañeros atendían los otros días pero finalmente se estaba dando cuenta de que ese comportamiento le hacía perder muchos negocios importantes de millones y millones de pesos colombianos porque sus asistentes por más que fueran a las reuniones y estuvieran bien entrenados, no resolvían tan eficientemente como él, no tenían ese encanto que él tiene y él y sus compañeros, lo sabían y ya le estaba empezando no sólo a crear problemas económicos porque en la borrachera se le daba por alquilar un hotel e invitar a 20 personas a rumbear en el hotel en el fin de semana, si no que ya estaba creando roces con sus compañeros del bufete que le reclamaban su presencia y seriedad en la empresa. Entonces, uno de los puntos que decidimos en consulta y que lo ayudó a regularse fue cambiar sus hábitos y redes de apoyo, frecuentando más los amigos que no tenían que tomar todo el fin de semana y evitar un poco los que estaban tomando alcohol desde el jueves. Y no sólo le sirvió a él, en su práctica laboral. lo maravilloso fue que sus amigos se dieron cuenta de su cambio y aunque al principio se quejaban y lo molestaban y le decían que si ahora se creía sacerdote, comenzaron a entender que estaba creciendo profesionalmente y personalmente y decidieron buscar cambiar un poco ellos también sus hábitos. Entonces la segunda acción sería: revisar recursos y obstáculos presentes y actuales en nuestra vida que nos permitirán lograr nuestra meta y los que no.

3.   La tercera acción sería hacer un plan de acción real y por escrito con todos los detalles del caso, con un calendario con fechas para los pasos y que tenga en cuenta, lo digo de nuevo, nuestra realidad, así sea que signifique que nos vaya a tomar más tiempo pero que sea real y que no nos llene de rabia y frustración al no poder alcanzar la meta y nos impulse a dejarla tirada. Ahora mismo, por ejemplo, estoy trabajando con una joven en México que ya está laborando en una empresa multinacional pero que, como se quedó desde sus prácticas ahí, debió haber terminado sus materias hace 3 años como uno de los requisitos para obtener el título pero con el trabajo, el ascenso que obtuvo, su vida activa en ocio y como diría ella, por desidia, había dejado atrás. Pues en el coaching nos dimos cuenta de que ella tendía a ponerse unas super metas de estudio de hasta 18 horas en el fin de semana que nunca alcanzaba porque no iba con su realidad ya que a ella le gusta mucho gozar su tiempo libre, y es así, como debe ser, pues es una mujer muy joven, pero entonces, le pasaba que se ponía la meta el martes, pasaba el fin de semana, no la cumplia y de una zas! La dejaba tirada. Así que comenzamos sólo con 4 horas el fin de semana, 2 horas el sábado y 2, el domingo; luego, subimos a 4 cada día para que pudiera terminar sus trabajos y presentarlos y ya el 29 de diciembre feliz me llamo a Colombia especialmente para darme la noticia de que le habían aceptado sus trabajos de las dos materias que debía y ya en enero le daban la fecha para sus exámenes de idiomas y los otros requisitos que le faltaban y en agosto a más tardar obtiene su título. Entonces, el tercer punto sería hacer un plan de acción que vaya con nuestro ritmo de vida y con lo que podemos o no hacer realmente.

4.   La cuarta acción sería contar con alguien que nos apoye, que sepa de nuestras metas y plan de acción y nos incentive para seguir adelante y nos acompañe con cariño, comprensión pero con firmeza y nos ayude a no perder el norte pero que sobre todo, nosotros sepamos que vamos a escuchar y que no nos va a fastidiar su acompañamiento y no nos haga perder su amistad. Y, en este punto, sí recomiendo que sea un profesional porque he visto casos de amigos que no acuden a profesionales y terminan quebrando las relaciones con amistades y familiares porque no es fácil mantenerse en la meta y cuando alguien nos hace ver que nos salimos de la meta, tendemos a sentirnos juzgados y a defendernos, atacando al otro, pues es la reacción natural de la defensa humana frente a estos procesos de cambio, ya que el cambio no es fácil de aceptar y llevar.  Entonces, cuarta acción sería buscar un apoyo o acompañamiento psicoeducativo ya sea coaching, psicología, psicopedagogía u otros, para seguir en nuestra meta.

5.   La quinta acción sería tener en cuenta que los planes se pueden modificar según cómo nos vaya, es decir, hacer el monitoreo con cuidado y al detalle. He tenido clientes que por ej. Las citas son los lunes y a veces, llega el miércoles y me escriben un whatsapp: “Jassel ya cumplí las metas que eran para el otro lunes, será que puedo hacer otra más porque estoy muy emocionado y motivado y no quiero perder mi ritmo”, y entonces, nos reunimos rápidamente y planteamos otras metas más y avanza más rápido de lo que ellos pensaban porque habían evaluado por arriba del nivel de dificultad, su meta. Claro, también pasa lo contrario, no siempre se logran las metas o pasos de la semana que nos llevarán a nuestro gran objetivo general porque lo hemos evaluado por debajo y resulta que es más difícil que lo que imaginábamos y otras veces, por pereza o desmotivación. Lo importante aquí es saber las razones por las cuales cambian nuestros planes y revisar qué hacer frente a ello y cómo retomar el ritmo; que si es necesario ampliar plazos pues, no pasa nada, que se amplíen pero que no se nos vuelva norma, porque si es así, si vemos que se nos está volviendo norma, el aplazar los pasos, entonces, no hay que alarmarse pero sí hay que revisar porqué, pues algunas veces hay detalles de nosotros mismos y de nuestras situaciones que al inicio no se han tomado en cuenta, que nos afectan y nos piden sentarnos a evaluar y cambiar pasos para adecuarlo al presente y a nuestras vidas reales.

6.   La sexta sería visualizar constantemente lo que queremos y cómo estaremos cuando lleguemos ahí. Por ejemplo tenía una cliente en coaching que quería su apartamento en Bogotá, Colombia y uno de los ejercicios que más le gustaban era visualizar todo lo que tenía que ver con lograrlo: Pensábamos cómo estaba vestida el primer día que disfrutaría su apartamento, dónde iba a ir su orquídea rosada, de qué color iba a hacer la pared de su cuarto, lo que iba a hacer de desayuno en su nueva cocina y así. Entonces cada vez que se sentía triste porque había pasado todo el día visitando apartamentos y nada que encontraba el que quería, hacía el ejercicio de visualización y eso la animaba y le permitía seguir adelante y no dejar tirada la meta ni la búsqueda. Asi que, el sexto tip sería, visualizar lo que queremos con todo el detalle para que nos anime a seguir adelante.

7.   La última acción sería celebrar cada paso importante logrado. Esto es muy importante, pues significa que reconocemos que podemos lograr lo que nos proponemos, que sí se puede cambiar, que no estamos ni tenemos que sentirnos marcados o determinados por nada, que podemos cambiar lo que haga falta, que el cambio es un reto pero que al final el resultado lo vale. Todo esto nos empodera, nos sube nuestra autoestima y nos prepara para asumir más retos aún y plantearnos más metas, mejorando nuestra calidad de vida.

Estas serían las 7 acciones que recomiendo para lograr cumplir las metas que nos proponemos, no es fácil pero los beneficios vividos valen la pena.