“Después
de 2 semanas de diario de agradecimiento, he entendido eso que dice que sólo
dando, recibimos pues lo que recibí de vuelta fue el redescubrimiento de todo
lo que tengo en mi familia, en mi esposo, en mi empresa, en mis amigos; he recuperado
el sabor de mi vida, pensaba que mi vida era aburrida e insípida, pues no, la
aburrida era yo con mi actitud. Ya no lo tomaré más por sentado. Ahora sí veo
todas mis bendiciones y soy consciente de ellas día a día.” Cliente en Consulta
de Inteligencia Emocional, Sincelejo, Colombia.
Sí,
es cierto, dando es como recibimos. Este cliente estaba en un estado de
tristeza grande, a punto de ir a la depresión porque no le veía sentido a su
vida, no veía qué diferencia hacía si vivía o moría. Varias estrategias en
inteligencia emocional, incluyendo el diario de agradecimiento, fue lo que
desarrollamos en nuestro trabajo en conjunto y hoy su vida es totalmente
diferente. Y es que la ciencia ha avanzado mucho en el tema, se ha podido
comprobar la relevancia del agradecimiento en el estado emocional de las
personas en todos los países y sociedades del mundo.
Entre
otros, los estudios han demostrado que las personas que regularmente tienen
como hábito el agradecer de corazón y de manera consciente todo lo que son o
tienen, muestran un grado de protección a los eventos difíciles y traumáticos a
los que nos enfrentamos diariamente. La gratitud se convierte así en un factor
protector de inteligencia emocional que necesitamos estimular en nuestras vidas.
Se
ha comprobado también la relación entre poca posibilidad de enfermedades
coronarias como ataques al corazón con niveles altos de gratitud y estados de
ánimo positivos así como, con más horas de sueño y menos posibilidades de
inflamación de tejidos.
Otros
estudios muestran que la gratitud fortalece el sistema inmunológico y estimula
nuestras redes neuronales cuando logramos conciencia diaria de todo lo que
tenemos y somos.
Adicionalmente,
el saber agradecer, además, conlleva un rol social, que incentiva la activación
de los valores de generosidad y solidaridad, lo que nos lleva a descentrarnos
de nuestros problemas y necesidades, a mantener un punto de vista positivo de
las situaciones y nos lleva a ser o considerarnos parte de la humanidad, nos
aumenta el sentido de pertenencia a la especie humana. Es así como estudios han
demostrado que por ello, ser agradecido aumenta también tus posibilidades de tener,
hacer y mantener más amigos o relaciones interpersonales sanas y felices.
Algunos
tips para reforzar este deseable hábito son:
1.
En
tiempos de crisis personales, enfoca tu atención en lo bueno y bonito que es
parte del mundo en que vivimos pero está afuera de nosotros. Muchas veces
estamos tan concentrados en nuestros conflictos diarios (laborales, de
relaciones de pareja, de relaciones con nuestros hijos, de deudas que pagar, de
compromisos o metas que cumplir) que olvidamos todo aquello con lo que contamos
de manera externa, que siempre ha estado ahí desde que el hombre es hombre y
que nos hace la vida mejor; es todo lo que compone lo que llamamos la
naturaleza, como el buen clima, la lluvia con sus gotas frías que alimenta la
tierra, el olor de la tierra al llover, las flores de todos los colores, la
nieve blanca, el azul del cielo, el aire que respiramos, etc.
2.
Cuenta
tus bendiciones y siéntelas como valiosas. Los estudios sobre la pobreza y
riqueza económica en países desarrollados como Japón y Noruega y en países en
vía de desarrollo como India y Colombia muestran que no es precisamente el
tener más o menos confort material o recursos económicos lo que te lleva a ser feliz
si no, tu actitud frente a lo que tienes, el valor que le das a lo poco o mucho
que tienes. Es por ello tan importante el revisar constantemente todo lo bueno
que tenemos, recordarlo y valorarlo y no tomarlo como sentado. No es tener más
lo que hace más feliz a una persona, es entender y valorar que lo que tenemos
es lo que ahora nos hace esta vida posible, nos hace nuestra vida más cómoda y
feliz.
3.
Lleva
el diario de la gratitud. Es algo que trabajo en consulta y hasta ahora puedo
afirmar que funciona de manera efectiva con todos mis clientes: Todas las
noches, antes de acostarte, recuerda lo que has hecho en el día y apunta
aquella cosa o aquellas cosas por las que te has sentido agradecido por
ejemplo, por tener vivos a tus padres, por tener ese amigo que te hace reir,
por tener un esposo que te abraza en la noche, por tener un carro que viejo o
nuevo te lleva a tu trabajo, por poder ser testigo de los nuevos pasos de tu
bebé en su proceso de crecimiento, por tener ojos para ver y así, podrás hacer
una lista larga de cosas por las que agradecer.
4.
Llama
y agradece a alguien que haya sido relevante en tu vida. Por dos semanas, todos
los días ponte en la tarea de escoger 1 persona que ha sido para ti importante
en tu vida porque te ha llevado a ser la persona que hoy eres y llámala y dile:
“Hola XX, sólo llamo para decirte gracias. Gracias por estar en mi vida,
gracias a ti aprendi XX o pude hacer XX o soy XX o tengo XX o he podido
entender XX o he podido sentir lo que es XX.” También lo uso con frecuencia con
mis clientes y lo que ellos reportan como respuesta del ejercicio es la
calificación de momento impactante y supremamente positivo en sus vidas.
Referencias
Barrett,
P. (2012) Programa de Resiliencia Para Adultos. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.
Bartlett, MY.,
Williams, LA. Warm thanks: gratitude expression facilitates social affiliation
in new relationships via perceived warmth. Emotion, 2015 feb. 15(1) 1-5.
Emmons, R.,
McCullough, M. Counting Blessings vs burdens: an experimental investigation of
gratitude and subjective well-being in daily life. Journal of personality and
social psychology. 2003, vol. 84, No. 2, 377-389.
Madell, R. (2012) A
dose of gratitude: how being thankful can keep you healthy. Healthline.
Sifferlin, A.
(2015) Why being thankful is good for you. Time, Nov 23, 2015.
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