domingo, 31 de enero de 2016

7 tips para lograr tus metas (con casos incluídos)


Hace 3 semanas estuve invitada a dos programas radiales en una emisora de Toronto (Vida Sana con Arianna) para compartir mis experiencias y conocimientos en coaching y psicología sobre ¿Cómo lograr las metas que nos proponemos al principio del año? Así que, siendo este el primer mes del año y siendo un tema que interesa a muchos lectores, les comparto una síntesis, a través de este artículo, de lo que conversamos en esos dos programas (para el que desee escuchar el segundo programa del día enero 20 del 2016, el video del audio está colgado en: https://www.youtube.com/watch?v=BjaK4lEezTs ).
 
1.   La primera es previa a iniciar las acciones que nos llevarán a la meta y eso es conocer el punto A, que se refiere al punto donde iniciamos o donde estamos actualmente, es conocer nuestra realidad física y emocional y trabajar con ella y desde ella. Es decir saber en qué punto estás ahora y cómo estás; por ej. Yo quiero llegar a perder 10 kilos, lo cual es cierto tengo que bajar 10 kilos porque estos días de navidad en Colombia me tienen comiendo en exceso, entonces sí esa es mi meta, pero para ponerme, para plantearme cuanto tiempo decido que me tomará llegar ahí y el cómo hacerlo es decir, qué acciones incluyendo dieta y ejercicios  voy a cumplir para lograr mi propósito, necesito tener claridad de mi realidad diaria de la realidad física y de la emocional. Para aclarar mi idea les voy a compartir un ej. Especifico De una cliente en life coaching en Estados Unidos que se sentía un poco frustrada por sus kilitos de más y que quería mejorar su imagen personal y su estilo de vida. Ella es una persona que viaja mucho y a diferentes husos horarios lo que le hace tener horas de comidas disparatadas y le hacía comer en cualquier restaurante, no siempre sano, haciéndole difícil mantener ese hábito. Además no todos los días puede hacer ejercicio porque sufre de una hernia de cuidado y la recomendación del médico es no hacer ejercicio más de 3 veces a la semana, esa era su realidad física pero entonces, además de que era difícil llegar a la meta por sus especificidades físicas, ¿Qué le pasaba a nivel emocional? Ella veía que sus amigas seguían la dieta X Y Z e iban al gym todos los días por horas y estaban todas “fit” pero ella no y se concentraba en el pensamiento y en la idea de  que si ellas podían, ¿Por qué ella no? De alguna manera, se sentía menos porque no podía lograrlo y, lo pensaba, sin tener en cuenta que trataba de aplicar todas las estrategias de sus amigas que tenían una vida completamente diferente a la de ella; a ellas les servía pero a ella, no. Esa comparación constante con sus buenas amigas, la hacía sentirse frustrada consigo misma y hasta algunos días, furiosa, especialmente cuando iba a los almacenes de ropa y sentía que no se podía comprar la ropa que quería porque le marcaba el gordito aquí y el gordito allá... ¿Qué hicimos en nuestro trabajo en conjunto? Revisando su estilo de vida, cambiamos esa práctica de aplicar lo que a los otros les sirve sólo porque a los otros les sirve y más bien, aplicamos cómo vernos a nosotros mismos en nuestra realidad, aceptarla y trabajar con lo que tenemos. Así las cosas, lo que hicimos fue usar sus beneficios a favor. Como ella viajaba tanto, la empresa para la que trabajaba le apoyaba en los gastos de comida y podía pedir prácticamente lo que quisiera y como regularmente iba a los mismos países y ciudades, nos pusimos en el trabajo de hacer un mapa de restaurantes sanos, revisamos los menús y escogimos las 4 comidas que le gustaban de cada uno y que eran las más saludables, las que tenían menos calorías y grasas, pero que, para ella, seguían siendo deliciosas y entonces, contactamos a estos restaurantes y viendo su calendario nos adelantamos y les pedimos las llevaran a los lugares en los que ella estaría reuniéndose con sus colegas de trabajo; esto le ayudo muchísimo a regularse sus hábitos alimenticios. Con el ejercicio, lo que hicimos fue tener lunes miércoles y viernes ejercicio en el gym del fuerte y martes y jueves, compramos un aparatito de gimnasia pasiva que la reforzaba en las partes en las que no se afectaba su hernia. Finalmente, Sí, nos costó 1 año y cambiar de restaurantes una que otra vez, pero llegamos a sus 15 kilos pero eso sí ella hoy está feliz y se siente satisfecha físicamente y emocionalmente. Entonces, punto 1: Revisemos nuestra meta desde lo que somos y desde el punto donde estamos porque, mis acciones para llegar a mi meta deberán ser personalizadas, contextualizadas a mi vida diaria, no sirve compararme siempre con los demás, cada quien lleva su ritmo, cada quien tiene su historia.

2.   La segunda acción, ya teniendo una meta, sería revisar todo aquello que nos sirve como motor y todo aquello que nos sirve como limitante tanto interno como externo, incluyendo creencias, emociones y hasta redes de apoyo (como amigos y familia) que son positivas y nos apoyan en todo y evitar las que no nos ayudarán en nuestro objetivo. Por ejemplo tuve una vez un cliente en Colombia en psicología que quería bajar su nivel de alcohol en sus actividades de ocio porque el guayabo como le decimos en mi tierra o la resaca, como se le conoce, le daba tan duro que era miércoles y él aún no podía ir a su oficina porque físicamente no daba para pararse de la cama, es más muchas veces, al inicio de nuestro trabajo él tenía que cancelar la cita, entonces, como él es abogado y tiene su bufete los asistentes y compañeros atendían los otros días pero finalmente se estaba dando cuenta de que ese comportamiento le hacía perder muchos negocios importantes de millones y millones de pesos colombianos porque sus asistentes por más que fueran a las reuniones y estuvieran bien entrenados, no resolvían tan eficientemente como él, no tenían ese encanto que él tiene y él y sus compañeros, lo sabían y ya le estaba empezando no sólo a crear problemas económicos porque en la borrachera se le daba por alquilar un hotel e invitar a 20 personas a rumbear en el hotel en el fin de semana, si no que ya estaba creando roces con sus compañeros del bufete que le reclamaban su presencia y seriedad en la empresa. Entonces, uno de los puntos que decidimos en consulta y que lo ayudó a regularse fue cambiar sus hábitos y redes de apoyo, frecuentando más los amigos que no tenían que tomar todo el fin de semana y evitar un poco los que estaban tomando alcohol desde el jueves. Y no sólo le sirvió a él, en su práctica laboral. lo maravilloso fue que sus amigos se dieron cuenta de su cambio y aunque al principio se quejaban y lo molestaban y le decían que si ahora se creía sacerdote, comenzaron a entender que estaba creciendo profesionalmente y personalmente y decidieron buscar cambiar un poco ellos también sus hábitos. Entonces la segunda acción sería: revisar recursos y obstáculos presentes y actuales en nuestra vida que nos permitirán lograr nuestra meta y los que no.

3.   La tercera acción sería hacer un plan de acción real y por escrito con todos los detalles del caso, con un calendario con fechas para los pasos y que tenga en cuenta, lo digo de nuevo, nuestra realidad, así sea que signifique que nos vaya a tomar más tiempo pero que sea real y que no nos llene de rabia y frustración al no poder alcanzar la meta y nos impulse a dejarla tirada. Ahora mismo, por ejemplo, estoy trabajando con una joven en México que ya está laborando en una empresa multinacional pero que, como se quedó desde sus prácticas ahí, debió haber terminado sus materias hace 3 años como uno de los requisitos para obtener el título pero con el trabajo, el ascenso que obtuvo, su vida activa en ocio y como diría ella, por desidia, había dejado atrás. Pues en el coaching nos dimos cuenta de que ella tendía a ponerse unas super metas de estudio de hasta 18 horas en el fin de semana que nunca alcanzaba porque no iba con su realidad ya que a ella le gusta mucho gozar su tiempo libre, y es así, como debe ser, pues es una mujer muy joven, pero entonces, le pasaba que se ponía la meta el martes, pasaba el fin de semana, no la cumplia y de una zas! La dejaba tirada. Así que comenzamos sólo con 4 horas el fin de semana, 2 horas el sábado y 2, el domingo; luego, subimos a 4 cada día para que pudiera terminar sus trabajos y presentarlos y ya el 29 de diciembre feliz me llamo a Colombia especialmente para darme la noticia de que le habían aceptado sus trabajos de las dos materias que debía y ya en enero le daban la fecha para sus exámenes de idiomas y los otros requisitos que le faltaban y en agosto a más tardar obtiene su título. Entonces, el tercer punto sería hacer un plan de acción que vaya con nuestro ritmo de vida y con lo que podemos o no hacer realmente.

4.   La cuarta acción sería contar con alguien que nos apoye, que sepa de nuestras metas y plan de acción y nos incentive para seguir adelante y nos acompañe con cariño, comprensión pero con firmeza y nos ayude a no perder el norte pero que sobre todo, nosotros sepamos que vamos a escuchar y que no nos va a fastidiar su acompañamiento y no nos haga perder su amistad. Y, en este punto, sí recomiendo que sea un profesional porque he visto casos de amigos que no acuden a profesionales y terminan quebrando las relaciones con amistades y familiares porque no es fácil mantenerse en la meta y cuando alguien nos hace ver que nos salimos de la meta, tendemos a sentirnos juzgados y a defendernos, atacando al otro, pues es la reacción natural de la defensa humana frente a estos procesos de cambio, ya que el cambio no es fácil de aceptar y llevar.  Entonces, cuarta acción sería buscar un apoyo o acompañamiento psicoeducativo ya sea coaching, psicología, psicopedagogía u otros, para seguir en nuestra meta.

5.   La quinta acción sería tener en cuenta que los planes se pueden modificar según cómo nos vaya, es decir, hacer el monitoreo con cuidado y al detalle. He tenido clientes que por ej. Las citas son los lunes y a veces, llega el miércoles y me escriben un whatsapp: “Jassel ya cumplí las metas que eran para el otro lunes, será que puedo hacer otra más porque estoy muy emocionado y motivado y no quiero perder mi ritmo”, y entonces, nos reunimos rápidamente y planteamos otras metas más y avanza más rápido de lo que ellos pensaban porque habían evaluado por arriba del nivel de dificultad, su meta. Claro, también pasa lo contrario, no siempre se logran las metas o pasos de la semana que nos llevarán a nuestro gran objetivo general porque lo hemos evaluado por debajo y resulta que es más difícil que lo que imaginábamos y otras veces, por pereza o desmotivación. Lo importante aquí es saber las razones por las cuales cambian nuestros planes y revisar qué hacer frente a ello y cómo retomar el ritmo; que si es necesario ampliar plazos pues, no pasa nada, que se amplíen pero que no se nos vuelva norma, porque si es así, si vemos que se nos está volviendo norma, el aplazar los pasos, entonces, no hay que alarmarse pero sí hay que revisar porqué, pues algunas veces hay detalles de nosotros mismos y de nuestras situaciones que al inicio no se han tomado en cuenta, que nos afectan y nos piden sentarnos a evaluar y cambiar pasos para adecuarlo al presente y a nuestras vidas reales.

6.   La sexta sería visualizar constantemente lo que queremos y cómo estaremos cuando lleguemos ahí. Por ejemplo tenía una cliente en coaching que quería su apartamento en Bogotá, Colombia y uno de los ejercicios que más le gustaban era visualizar todo lo que tenía que ver con lograrlo: Pensábamos cómo estaba vestida el primer día que disfrutaría su apartamento, dónde iba a ir su orquídea rosada, de qué color iba a hacer la pared de su cuarto, lo que iba a hacer de desayuno en su nueva cocina y así. Entonces cada vez que se sentía triste porque había pasado todo el día visitando apartamentos y nada que encontraba el que quería, hacía el ejercicio de visualización y eso la animaba y le permitía seguir adelante y no dejar tirada la meta ni la búsqueda. Asi que, el sexto tip sería, visualizar lo que queremos con todo el detalle para que nos anime a seguir adelante.

7.   La última acción sería celebrar cada paso importante logrado. Esto es muy importante, pues significa que reconocemos que podemos lograr lo que nos proponemos, que sí se puede cambiar, que no estamos ni tenemos que sentirnos marcados o determinados por nada, que podemos cambiar lo que haga falta, que el cambio es un reto pero que al final el resultado lo vale. Todo esto nos empodera, nos sube nuestra autoestima y nos prepara para asumir más retos aún y plantearnos más metas, mejorando nuestra calidad de vida.

Estas serían las 7 acciones que recomiendo para lograr cumplir las metas que nos proponemos, no es fácil pero los beneficios vividos valen la pena.