martes, 19 de junio de 2018


Cómo Hacer para No Llegar a la Ansiedad Destructiva

 
“Estoy gorda por ansiedad”. “Mi cara está llena de espinillas por ansiedad”. “Por ansiedad, hackeé el FB e IG de mi novia y me terminó”.

Sí, esa es la ansiedad que conocemos.

Los trastornos de ansiedad y de ansiedad generalizada es la que nos han vendido y por ello, nuestro imaginario colectivo es: la ansiedad es destructiva y horrible.

Pero no, no es así. Aún no sabemos lo agradecidos que tenemos que estar de contar con ansiedad. No nos dieron un manual, se les olvidó meterlo en el contenido educativo escolar, como el incluir la clase de Inteligencia Emocional.

Resulta que: la ansiedad está dotada de fundamento psicobiológico, es una emoción y, ése es su valor como impulsador genético del sistema evolutivo de los humanos, como señalan Aranda y Goleman, en sus libros sobre emociones.

Por ella, salimos de las cavernas donde vivíamos con miedo a ser comida de animales pues nos impulsó a ingeniarnos el construir “casas”, luego, nos llevó a crear lenguas para comunicarnos y formar sociedades.

Ella te mueve a estudiar para sacar buena nota y pasar el año tranquilo. Es esa ansiedad de ser buena madre la que hace que te levantes a alimentar tu bebé a las 2 a.m.; es la misma que te hace ir al gimnasio para verte tan bien como tus amigas.

Es la ansiedad ese impulso que nos levanta a todos, todos los días, para cumplir con nuestros sueños.

La ansiedad es nuestra amiga.

Es una emoción común y no patológica, como muchos creen, es necesaria para sobrevivir. El mecanismo biológico milenario que la compone, alerta a nuestro organismo para prepararlo y dar la respuesta exitosa a las situaciones reto diariamente.

Ella nos empuja a ver y oír atentamente para detectar cualquier anormalidad cuando estamos en lugares peligrosos, nos salva; nos lleva a buscar cómo satisfacer necesidades básicas como el hambre y la sed, nos permite sobrevivir; nos hace correr cuando vemos que nuestro hijo va a poner sus manitos en la plancha caliente, nos cuida.

Esa liberación neuroendocrina que se da en nuestro organismo para ejercer estas acciones, debería terminar poco tiempo después de la alerta que la provocó.

Desafortunadamente, para millones de personas, este proceso no parece tener fin.

Para ellos, la ansiedad no desaparece, sigue y tiende a empeorar con el tiempo.

La persona se empecina a que las cosas sean cómo y cuándo ella quiere, no acepta la realidad. Entonces, se convierte en enemiga del bienestar psicobiológico: un problema de ansiedad.

Para mantener tu ansiedad en modo constructivo, necesitas:

*Buscar ayuda profesional, si ya está afectando tu vida.

*Mantener una vida sana: duerme y come adecuadamente.

*Evitar el café, alcohol y sustancias psicoactivas que refuerzan las neuroenzimas y los trastornos de ansiedad.

*Llevar a cabo programas de relajación: meditación, yoga, grupos de oración (de los de corazón, reales, no de los de sólo porque “es lo in y de moda”).

*Reírte más: Ver programas y series cómicas. Asistir al teatro a obras cómicas. Leer caricaturas.

*OCÚPATE: Sé útil y feliz siéndolo. Disfruta tu trabajo.

*Haz servicios sociales. Cada vez que ayudas a alguien en necesidad, te das cuenta de tanto que tienes por AGRADECER, te enfocas en los grandes problemas de otros y olvidas los tuyos que te generan a ti ansiedad. Resultado: baja tu ansiedad.

*Aprende esto: La vida no es como queremos que sea, es como es. No siempre se hace lo que tú quieres y como lo quieres. El mundo no gira alrededor de tus deseos por más que sean válidos y respetables.

*Relájate cuando las cosas no salen como tú quieres. Todo tiene su razón de ser. Todo tiene su PRO no todo es contra. Encuentra ese PRO en las cosas.

*Disfruta cada instante: si toca lavar platos, gózatelo, que no te amargue. Agradece que tienes platos, están sucios porque comiste, tienes manos y agua para lavarlos.

*Habla, ojalá primero con un profesional antes de “embarrarla” con la persona con que tengas un conflicto para ver una perspectiva diferente a la situación. No te reprimas, exprésate, no te quedes con odios y resentimientos, con ellos, sólo generarás cortisol y, a la larga, eso es veneno para tu organismo.

 
Jassel Arzuza, Online Coach y Psicóloga Certificada en Inteligencia Emocional, Master en Neurociencias. www.jasselarzuza.com

miércoles, 7 de marzo de 2018

A Man’s World that Means NOTHING without a WOMAN


Sí, dicho por ellos mismos, o, más bien, cantado por ellos mismos: es un mundo de hombres pero no sirve, ni significa nada, sin la mujer.

Oprah Winfrey, Beyoncé, Shakira, Angelina Jolie, Meryl Streep, Ellen DeGeneres y Jodie Foster, ¿Qué tienen en común?

Son mujeres poderosas e influyentes del mundo del entretenimiento que vienen anunciándole al público que ser mujer no sólo se trata sólo de ser bonita, tener lindo cuerpo y sonrisa cautivadora, todas características que por años llevan vendiéndonos.

En este 8 de Marzo, día internacional de la mujer (trabajadora), vamos a celebrar nuestros triunfos en este man’s world, de la mejor forma que podemos: reconociéndonos en nuestros logros, capacidades y aprendiendo más cómo seguir siendo BELLAS, MARAVILLOSAS, INTELIGENTES Y FELICES.

El Terreno Ganado

Según los informes sobre el desarrollo mundial del Banco Mundial en esta década que va corriendo, las mujeres representamos más del 40% de la fuerza laboral y ocupamos un poco más del 50% de las sillas en los salones universitarios. Ya no estamos más relegadas a sólo lo doméstico, o, a la crianza de hijos, podemos mostrar nuestro gran POTENCIAL en todas las áreas que, desde, los griegos eran sólo ocupadas por los hombres.

Las mujeres divorciadas y viudas son cada vez menos estigmatizadas y menos tratadas con lástima. Ahora, se les ve como “echadas pa’ lante”, y se admira su fortaleza para ser RESILIENTES, con hijos, o, sin ellos.

Tenemos hasta oficinas para la mujer, en algunos países, así como, viceministerios para la mujer, cuotas de la mujer dentro del ala legislativa y administrativa de gobiernos y empresas privadas.

Sí, son muchos avances en un mundo en el que hace apenas 112 años en sólo un país, Finlandia, se autorizó el derecho a votar para hombres y mujeres por igual. Un mundo de hombres en el que sólo hasta hace 53 años, en un país reconocido por muchos como libre de discriminaciones, como lo es Estados Unidos, se permitió el voto a mujeres blancas y negras, por igual.

Tanto que Somos y Tontas que no Somos

Es un hecho comprobado por las neurociencias: sí, existe una diferenciación sexual del sistema nervioso entre hembras y machos mamíferos. Sí, somos diferentes.

Estas diferencias que ocurren, especialmente, en fases críticas perinatales (alrededor del embarazo) afectan nuestras redes neuronales, y, consecuentemente, nuestra forma de pensar.

Todos los neurotransmisores, hormonas esteroides, tales como la testosterona, el estrógeno y la progesterona, y, otros agentes, permiten o reprimen ciertas conductas típicas del macho y de la hembra. Un ejemplo claro y evidente del efecto de lo neuroendocrino en el comportamiento humano es: la agresividad y fuerza del hombre, por un lado y, por otro, la sumisión y delicadeza de la mujer.

Adicionalmente, el poder de la cultura y lo psicosocial le imprime a cada género una diferenciación marcada donde la mujer ha demostrado que, de tontas, no tenemos ni un pelo.

Contamos con capacidades como: nuestra facilidad en el lenguaje al comunicarnos, nuestra tendencia a ser fortalecidas usando redes de apoyo, como lo son las amigas y mujeres de la familia y, nuestra identificación de las emociones sentidas por nosotras y reconocidas en el otro, la cual constituye la primera competencia de la inteligencia emocional.

Todo esto nos permite, en general, mostrar una mayor inteligencia emocional y social a pesar de los altibajos propios de los ciclos menstruales con sus cambios hormonales que pueden llegar a afectar nuestras ideas y tomas de decisiones.

Si estos cambios los vivieran en sus cuerpos los hombres, el caos mundial, sería tenaz, por ello, la naturaleza, sabia que es, nos la brindó a nosotras las mujeres y nos capacitó con las redes neuronales y sociales para sobrellevarlos.

¿Pa’ Dónde Vamos?, o, más bien, ¿Pa’ Dónde podemos ir?

Para casi que, literalmente, donde nos dé la gana.

En un planeta en el que la fuerza física y la agresividad específica de algunos animales y, del hombre, proporcionada por su testosterona, está siendo reemplazada por robots y automatizaciones, el campo a la mujer se abre casi que, completamente, a las habilidades tradicionalmente femeninas.

Tenemos, en potencia, las de ganar, en esta sociedad que hoy se vislumbra donde las inteligencias, especialmente emocionales y sociales, antes las cenicientas, hoy, son las reinas, y están siendo valoradas por encima de la fuerza física, así que, ¡MUJERES: ARRIBA Y PARA ADELANTE, pues para atrás y para abajo, ni para coger impulso!

 
*Psicóloga, Master en Psicobiología y Neurociencias, Coach, certificada en Inteligencia Emocional. www.jasselarzuza.com

lunes, 5 de febrero de 2018

El Fin de la Etapa Egocentrista con la Vida en Pareja

"Es que me desespera que no entienda que así no debe ser, ¿Acaso eso no se lo enseñaron en su casa, que eso no se hace?, ¿Tú sí me entiendes, verdad, que eso está mal hecho y que yo tengo la razón?" 
Cliente en Coaching de Parejas y Terapia en Inteligencia Emocional, Colombia 

Una de las relaciones con mayor capacidad de aumentar nuestro desarrollo personal es la relación de pareja. Evidentemente, al convivir con tu pareja, descubres que lo que te enseñaron en casa como “buenas costumbres”, lo “correcto”, lo que “debe ser” no necesariamente es verdad absoluta en todas las familias, culturas, países. Y, no es que esté “mal” o “bien” tu forma de ver la vida, de pensar, de expresarte, de hacer las cosas, (claro, siempre y cuando no dañes a terceros), simplemente, puede ser muy distinta a la de tu pareja.

Consecuentemente, de varias maneras, la relación de pareja y, específicamente, la convivencia, plantea muchos retos a la inteligencia emocional y social de una persona, tanto que hasta podríamos llegar a decir que tomamos un examen diario de habilidades psicoemocionales cuando interactuamos con nuestra pareja y que es nuestro mejor maestro para ser mejores personas.

Y, aunque el crecimiento personal es gigante, las dificultades en el relacionamiento, usualmente, también lo son, especialmente, cuando tu pareja es de una cultura, sociedad, o, círculo social diferente al tuyo.

Por ello, el relacionamiento con una pareja, que puede presentarse desde la adolescencia, inicia y marca el camino a la adultez joven, pues es necesariamente, un alejamiento al “todo lo que sé y soy me viene de mi familia, mi educación y mi cultura”; es un desprendimiento del egocentrismo de las etapas infantiles, esa época donde todo se resume a mi percepción y mis creencias propias y circundantes, no hay cabida para más. Al iniciar relaciones de pareja, te enfrentas al mundo real donde todo es diverso, rico en diferencias y ya debdes dejas atrás a tu "burbuja" infantil.

Es por esto que, hay tanto dolor, discusión y fricción entre las parejas en las tomas de decisiones y en las conversaciones en las que se comparten puntos de vista: en nuestro egocentrismo infantil, lo cual es un comportamiento típico de las primeras fases del desarrollo neuropsicosocial de cualquier ser humano, estamos convencidos de que nuestro punto no es sólo válido si no, el único válido, útil, lógico, con sentido, etc. Y tenemos la tendencia a invalidar al otro con tanta facilidad y, en contraste, rápidamente, justificar el nuestro.

Se requiere, entonces, de mucha guía y ayuda profesional para afrontar estas situaciones, estos cambios naturales, con inteligencia emocional y social para comprender lo que sucede en nuestro interior, para entender este choque y superar esta fase sin llegar a herirnos y a herir al otro en el proceso.

Sobre todo, se necesita de una gran dosis de empatía, autoanálisis, autorreflexión, amor y respeto (pero verdadero respeto, no el de la opresión y el autoritarismo del siglo pasado) para no morir en el intento, o más bien, para no matar la relación en el camino, porque es casi seguro que nos vamos a herir, como dice la canción: “Everybody hurts, sometimes”, así que, para convivir en armonía: a cambiar, a tratarnos con más flexibilidad, libertad y aceptación real de lo que somos y de lo que el otro es.


*Psicóloga y Coach Online, Master en Neurociencias, certificada en Inteligencia Emocional. Complemento del artículo escrito para el periódico latino de Toronto, Correo Canadiense.
Mayor información de sesiones, cursos, talleres en: www.jasselarzuza.com - www.ifniec.com 

jueves, 11 de enero de 2018

La Espiritualidad y la Inteligencia Emocional

Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha mantenido una serie de creencias que le han llevado a construir relaciones con seres extraordinarios que cuidan y protegen la tierra, el cielo y el “más allá”. A estos seres les ha llamado dioses y espíritus, entre otras, y los ha clasificado según funciones y rangos de importancia.

Adicionalmente, en todos los mitos, creencias y religiones, el hombre se ha considerado a él mismo como un ser con un espíritu y a cada uno de los habitantes del planeta,  animales o plantas, especialmente en algunas religiones, les ha dado calidad de espirituales.

En este artículo no hablaré de si es real o no los mitos, creencias y textos religiosos que cuentan sobre estos seres y sus cualidades, ése no es el propósito, ni lo es el formar juicios sobre ello, pero sí que mencionaré los beneficios que proveen para nuestra inteligencia emocional.

Dentro de los favores que nos hace el tener una vida con espiritualidad, están:

+ La tendencia a la tranquilidad - Las personas que creen que Dios tiene el poder de todo lo que sucede, específicamente en crisis, suelen eliminar la carga emocional que viene de la idea de tener el control de todo y que todo lo que pasa es nuestra culpa o responsabilidad. Esto hace que sean personas más sosegadas en su vida diaria. Hacen hasta donde creen que pueden porque están seguras de que Dios tiene el control. Aquí la parte un poco peligrosa es que pueden quedarse en la inacción y no explorar su recursividad y creatividad para resolver problemas por “dejar todo en manos de Dios” y claro, no se puede dejar todo en manos de otro, hay que empoderarse y asumir la responsabilidad de las decisiones y de la vida misma.

+ La presencia del agradecimiento – Como ya he planteado en otros escritos, el agradecimiento es una virtud para la inteligencia emocional. Es fuente de felicidad en la vida de muchos pues genera la conciencia personal de lo que tenemos y somos que, algunas veces, la perdemos en nuestras actividades del día a día donde sólo resolvemos problemas y olvidamos nuestras bendiciones.

+ Red de apoyo fuerte – Generalmente, al integrarte o ser parte de alguna religión o grupo espiritual, vas formando una red de apoyo constituida por personas con las que compartes esas creencias. Y, como ya sabemos, las redes de apoyo originan varios privilegios entre ellos: alcanzar el sentido de pertenencia requerido para vivir en bienestar con los demás y obtener protección, soporte y socorro para momentos difíciles, dolorosos y críticos.   
 
(Adaptado del artículo escrito para el periódico de Canadá, Correo Canadiense)


*Psicóloga y Coach online, Master en Neurociencias, certificada en Inteligencia Emocional. www.jasselarzuza.com