6 Tips para NO Embarrarla y Perder
mi Cabeza
Es
una pregunta recurrente en consulta: ¿Qué puedo hacer para no herir a los
otros, embarrarla y perder la cordura pero tampoco reprimirme y quedar con eso
adentro? Por supuesto, es una muy buena pregunta pues si lo logramos, podemos evitar
muchos resentimientos, odios de años, daños en la relación laboral, familiar o
de pareja y sobre todo daños para nosotros.
La
razón por la cual es un deseo compartido con tantos es porque, además, representa
la primera competencia de cinco competencias que componen la inteligencia
emocional, y que muchas personas quieren aprender a desarrollar. Estas
competencias, de acuerdo a Salovey, citado por Goleman (1996) señala que la
primera competencia es lograr el conocimiento de las propias emociones. Todo
aquel que conoce cómo aparecen sus emociones, específicamente las que generan
un “secuestro emocional” (Goleman, 1996), o una “rabia”, “ira” descontrolada o
“perder la razón”, ya cuenta con la primera competencia para alcanzar la
inteligencia emocional. En este escrito sintetizo algunos de los tips que nos
llevan a mantenernos “en cordura”.
1.
Identificar cuando el cuerpo está en
ROJO. Como con el
semáforo, nuestro cuerpo nos grita con indicadores fisiológicos como
aceleración del corazón, “mariposas en el estómago”, boca seca o temblores,
entre otros, que vamos a perder la cabeza o irnos a ROJO. Todos tenemos
nuestros indicadores diferenciales, el asunto aquí está en ser capaz de notar
en tu cuerpo cuáles son esos indicadores antes de perder la cabeza. Así que ponte
atento, haz el ejercicio de recordar la última vez que te saliste de las
casillas, piensa cómo fue y si puedes, escríbelo para recordarlo y así, la
próxima vez que sientas que “vas a estallar”, puedes hacer lo siguiente.
2.
Ejercicios de Relajación. No es fácil usar este tipo de
técnicas cuando estás con un grupo de amigos o de colegas del trabajo, si es
así, puedes aplicar las técnicas que aparecen abajo. Ahora, si puedes usar esta
herramienta, un ejercicio de relajación que puedes hacer es: tensar por 1 minuto
cada músculo de tus extremidades y acompañarlo por la relajación del músculo
seguidamente por otro minuto. Inicias por tus manos y terminas con tus pies,
mientras respiras profundamente; todo el proceso debe durar unos 15 minutos.
3.
Aléjate. Si estás acompañado de muchas
personas y algo que alguien dijo te detonó (molestó o hirió) puedes pedir
disculpas y dirigirte al baño o a tomar aire fresco. Cualquiera de las dos
actividades te ayudará para salir del momento que te detonó y abandonar la
conversación que te ha molestado. Ahí, tomas una respiración profunda y te
autorrelajas.
4.
Respiración profunda. Es una antigua receta, no es un
mito, es real: necesitamos respirar y contar hasta 100 para controlar nuestro
comportamiento nuevamente y mantenerlo bajo la razón y no bajo la emoción. Importante:
no respirar pensando en lo que acaba de pasar si no, que necesitamos acompañar
la respiración con recuerdos positivos e imágenes agradables como lugares
hermosos que traigan paz o personas que te quieren y quieres muchísimo para
bajar el efecto de la memoria emocional negativa y capturar los recuerdos
positivos y sintonizarte en positivo en lugar de negativo.
5.
Ejercicio. Ya tenemos en nuestro cuerpo toda esa
adrenalina que produce naturalmente para defendernos de aquello que sentimos es
un ataque o amenaza contra nuestro ser, entonces, ¿qué mejor idea que
aprovecharla para el bien? Sí, para ejercitarnos necesitamos de esa misma
adrenalina entonces tomémosla y salgamos a correr, o a caminar rápido o a alzar
pesas y “volteamos la arepa” del sistema emocional.
6.
Háblalo. Luego de relajarse y regular las
emociones, lo más importante es dialogar con nuestro propio cerebro, analizar
la situación y sentarse al rato, con el otro implicado, y compartir lo que se
siente buscando evitar que la situación incómoda vuelva a ocurrir. Algunas veces
es necesario o deseable recurrir a un profesional para analizar juntos lo
sucedido y trabajar en cómo expresar de manera asertiva lo que molesta y además
aprender a manejar este tipo de situaciones que seguramente, en nuestro mundo
humano, siempre en debate y construcción continua, se volverán a presentar.
Referencias
Goleman
D. (1996) Emotional Intelligence. Bloomsbury
Publishing, London.
Barrett, P. (2012)
Programa de Resiliencia Para Adultos. Brisbane, Australia: Barrett Research
Resources Pty Ltd.
Hola profesora favorita,
ResponderBorrarMe das permiso para compartir estos tips en clase con mis estudiantes? No te preocupes que yo digo que es tuyo. Jeje
Saludos,
Cristian.
Claro que sí mi querido exalumno!! :) Compártelos!! Para eso escribo, para que le llegue la información práctica a todas las personas posibles!! Gracias!! :) :) Abrazos,
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