jueves, 20 de agosto de 2015

6 Tips para NO Embarrarla y Perder mi Cabeza


6 Tips para NO Embarrarla y Perder mi Cabeza

 
Es una pregunta recurrente en consulta: ¿Qué puedo hacer para no herir a los otros, embarrarla y perder la cordura pero tampoco reprimirme y quedar con eso adentro? Por supuesto, es una muy buena pregunta pues si lo logramos, podemos evitar muchos resentimientos, odios de años, daños en la relación laboral, familiar o de pareja y sobre todo daños para nosotros.

 
La razón por la cual es un deseo compartido con tantos es porque, además, representa la primera competencia de cinco competencias que componen la inteligencia emocional, y que muchas personas quieren aprender a desarrollar. Estas competencias, de acuerdo a Salovey, citado por Goleman (1996) señala que la primera competencia es lograr el conocimiento de las propias emociones. Todo aquel que conoce cómo aparecen sus emociones, específicamente las que generan un “secuestro emocional” (Goleman, 1996), o una “rabia”, “ira” descontrolada o “perder la razón”, ya cuenta con la primera competencia para alcanzar la inteligencia emocional. En este escrito sintetizo algunos de los tips que nos llevan a mantenernos “en cordura”.

 
1.   Identificar cuando el cuerpo está en ROJO. Como con el semáforo, nuestro cuerpo nos grita con indicadores fisiológicos como aceleración del corazón, “mariposas en el estómago”, boca seca o temblores, entre otros, que vamos a perder la cabeza o irnos a ROJO. Todos tenemos nuestros indicadores diferenciales, el asunto aquí está en ser capaz de notar en tu cuerpo cuáles son esos indicadores antes de perder la cabeza. Así que ponte atento, haz el ejercicio de recordar la última vez que te saliste de las casillas, piensa cómo fue y si puedes, escríbelo para recordarlo y así, la próxima vez que sientas que “vas a estallar”, puedes hacer lo siguiente.

2.   Ejercicios de Relajación. No es fácil usar este tipo de técnicas cuando estás con un grupo de amigos o de colegas del trabajo, si es así, puedes aplicar las técnicas que aparecen abajo. Ahora, si puedes usar esta herramienta, un ejercicio de relajación que puedes hacer es: tensar por 1 minuto cada músculo de tus extremidades y acompañarlo por la relajación del músculo seguidamente por otro minuto. Inicias por tus manos y terminas con tus pies, mientras respiras profundamente; todo el proceso debe durar unos 15 minutos.

3.   Aléjate. Si estás acompañado de muchas personas y algo que alguien dijo te detonó (molestó o hirió) puedes pedir disculpas y dirigirte al baño o a tomar aire fresco. Cualquiera de las dos actividades te ayudará para salir del momento que te detonó y abandonar la conversación que te ha molestado. Ahí, tomas una respiración profunda y te autorrelajas.

4.   Respiración profunda. Es una antigua receta, no es un mito, es real: necesitamos respirar y contar hasta 100 para controlar nuestro comportamiento nuevamente y mantenerlo bajo la razón y no bajo la emoción. Importante: no respirar pensando en lo que acaba de pasar si no, que necesitamos acompañar la respiración con recuerdos positivos e imágenes agradables como lugares hermosos que traigan paz o personas que te quieren y quieres muchísimo para bajar el efecto de la memoria emocional negativa y capturar los recuerdos positivos y sintonizarte en positivo en lugar de negativo.

5.   Ejercicio. Ya tenemos en nuestro cuerpo toda esa adrenalina que produce naturalmente para defendernos de aquello que sentimos es un ataque o amenaza contra nuestro ser, entonces, ¿qué mejor idea que aprovecharla para el bien? Sí, para ejercitarnos necesitamos de esa misma adrenalina entonces tomémosla y salgamos a correr, o a caminar rápido o a alzar pesas y “volteamos la arepa” del sistema emocional.

6.   Háblalo. Luego de relajarse y regular las emociones, lo más importante es dialogar con nuestro propio cerebro, analizar la situación y sentarse al rato, con el otro implicado, y compartir lo que se siente buscando evitar que la situación incómoda vuelva a ocurrir. Algunas veces es necesario o deseable recurrir a un profesional para analizar juntos lo sucedido y trabajar en cómo expresar de manera asertiva lo que molesta y además aprender a manejar este tipo de situaciones que seguramente, en nuestro mundo humano, siempre en debate y construcción continua, se volverán a presentar.

 

Referencias

Goleman D. (1996) Emotional Intelligence. Bloomsbury Publishing, London.
 
Barrett, P. (2012) Programa de Resiliencia Para Adultos. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

2 comentarios:

  1. Hola profesora favorita,

    Me das permiso para compartir estos tips en clase con mis estudiantes? No te preocupes que yo digo que es tuyo. Jeje

    Saludos,

    Cristian.

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  2. Claro que sí mi querido exalumno!! :) Compártelos!! Para eso escribo, para que le llegue la información práctica a todas las personas posibles!! Gracias!! :) :) Abrazos,

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