martes, 31 de enero de 2017

El Amor en los Tiempos de las Redes Sociales

“Es que como éste no pone la foto de nosotros en FB creo que me va a pasar como con mi ex que, de repente, dejó de ponerlas disque porque ya no le ponía atención a eso y era mentira, era para que la otra no supiera que estaba casado y era mi esposo” Cliente en Miami, 36 años


Las redes sociales han venido para quedarse y, como todo elemento innovador tecnológico, produce cambios en las actitudes, hábitos y comportamientos humanos. E, igual que como pasa con cualquier cosa, el abuso o uso inadecuado puede resultar poco beneficioso aunque, en el uso conveniente sí que puede ayudarnos y ser indicador de conductas en la pareja que antes, a duras penas, se podían ver en una relación de noviazgo o de corto matrimonio y, de eso, trata este artículo de cómo usar las redes sociales en pro del amor verdadero y como medio para la construcción útil en nuestro camino de ser mejores personas y parejas.

En el caso de la cliente que cito, aunque fue duro el impacto recibido con la infidelidad de su exesposo, fue útil la red social porque fue el único indicador que le llevó a desconfiar de su esposo al punto de encontrar que sus sospechas eran bien fundadas. Siendo un hombre tan sigiloso y cuidadoso, nunca nadie hubiera podido dudar de su fidelidad, sólo por su negativa de publicar más fotos de ellos dos de un momento para otro, sin más explicación, fue que las sospechas surgieron. Y recordé entonces, otros casos de parejas con hombres igual de cuidadosos que llevaron relaciones de pareja extramatrimoniales estables y con hijos fuera del matrimonio por más de 30 años, que nadie jamás dudó de su fidelidad y que sólo se enteraron al morir el esposo. Sí, toda una vida de engaños y la mujer sin tener a quién reclamar y con quién discutir lo sucedido para encontrar dónde estuvieron las fallas y mejorar, lo cual hizo mucho más difícil el comprender la situación y el proceso de sanación y el perdón en ella, en el caso de mi cliente, en cambio, por delatarlo al señor el FB y ella darse cuenta a tiempo, sí lo pudimos afrontar, encontrar los puntos de oportunidad en ella, trabajarlos y resolver. Hoy se encuentra ya en otra relación de pareja en una versión mejorada y con una persona que ama y le ama, que le es fiel y la respeta.

Pero no sólo para descubrir a parejas astutas y abusivas he visto la utilidad, sino también para medir el grado de inseguridad y necesidad de aprobación de la pareja y trabajar en ello cuando la necesidad es no sana. He tenido casos de parejas cuyo conflicto ha radicado en la necesidad de uno de los dos por publicar todos y cada uno de los momentos que viven. Al iniciar el trabajo con ellos y analizar las circunstancias, hemos descubierto que hay en el fondo una inseguridad de la señora por mostrar al mundo que era feliz y que su esposo y ella eran felices porque desde pequeña ha necesitado la aprobación de sus padres, luego de sus profesores y amigos y luego, de todos los demás, para sentirse feliz sólo que nunca había sido tan notorio como para pensar en la necesidad de buscar ayuda profesional pero, por las redes sociales, quedó expuesta su necesidad. Trabajamos, entonces en ese reto, la señora pudo tener la oportunidad de tratar un tema que no había sido percibido pero que sí la estaba afectando a ella y en su crianza a sus hijos que también los estaba educando fomentando en ellos la necesidad de aprobación y, consecuentemente, la pareja y la familia en general, pudo seguir en su relación de manera armónica.

Increíblemente, también he observado cómo ha servido de reforzador de las relaciones. Tuve un caso en el que el esposo había perdido todo interés en la relación y había decidido tomarse un tiempo para reflexionar sobre la misma mientras aprovechaba un curso en Europa de tres meses que la empresa le había solicitado tomar. Pues bien, en esos tres meses en los que trabajamos en su proceso de análisis en terapia, uno de los ejercicios que acordamos realizar fue recordar momentos en que había habido mucho amor entre los dos y satisfacción con la relación para identificar los elementos que los hicieron memorables y felices. Para ello, él decidió usar el FB y el IG de los dos para que le sirviera de guía en sus recuerdos pues, simplemente, no recordaba nada de lo bueno de la relación, sólo estaba enfocado en lo aburrido y en lo que veía como negativo. Poco a poco en esos meses, al llevar juntos su análisis de las fotos y las publicaciones, ver las fotos juntos en la sesión, obligándose a recrear lo vivido al contármelo, entonces, pudo recordar los momentos, hallar qué lo unía a su mujer, recordar porqué habían decidido casarse y determinar en qué momento comenzó a desdibujarse su relación. Finalmente, al regresar a América, lo hablamos los tres, hicimos un plan de trabajo para la pareja y hoy siguen felizmente casados y además, lo más importante, con la convicción de seguir casados por conocerse y reconocerse sus valores como pareja día a día y nutrirlo, y no, por compromiso social o financiero u otras razones diferentes.   

Otro caso muy interesante fue el de un cliente que, de entrada, a la primera sesión, me dijo que odiaba FB y que se había salido de las redes porque era lo que le había dañado su matrimonio ya que en varias de las fotos que publicaba un amigo de la oficina, por pura casualidad, estaba él con una compañera de trabajo y su esposa se había puesto celosa y le había reclamado y él no soportaba que sospechara de él. Varias sesiones después, decidieron divorciarse porque la señora tomó la decisión de no tolerar más la situación de “matrimonio feliz de apariencias” pues era recurrente en él los “affairs” con sus compañeras de trabajo y, aunque en el pasado siempre lo habían llevado de manera muy íntima, éste fue el detonante que estalló en ruptura. Lo curioso fue que a los tres meses de divorciarse, el señor hizo pública su relación con la compañera de trabajo de las fotos de FB. La señora, por su parte sí siguió el proceso de terapia pues a través de las sesiones entendió que tenía una tendencia de buscar compañeros con ese mismo patrón ya que, había sido una constante en su vida que no quería más y es lo que estamos trabajando actualmente en ella para poder sanar ella y tener una relación sana con otra persona, prontamente.

Entonces, no, no fue FB el culpable de la terminación de un matrimonio como el señor, lo quería hacer ver, sólo fue el detonante final de una dinámica no útil en ambos, como pareja, que los había llevado allí.

Y, con esto, termino la idea de que no son las redes sociales o cualquier tipo de tecnología lo que genera en una persona un comportamiento específico, lo resaltan, sí, y, en algunas ocasiones, lo descubren. Con lo cual, somos nosotros los que sí tenemos la opción de tomar una actitud útil o no útil: decidir satanizar la tecnología, excusarnos en ella y reprimir una oportunidad de mejora o, por el contrario, hacer uso de ella a nuestro favor y utilizarla como medio para potencializar nuestras virtudes o trabajar nuestras áreas de oportunidad a manera personal, familiar y en nuestras relaciones de pareja en esta era del amor en los tiempos de las redes sociales.  

viernes, 25 de noviembre de 2016

Tips en Inteligencia Emocional al Terminar una Relación de Pareja

“No lo soporto, es de lo peor, terminamos hace 2 semanas y es como mi peor enemigo, ahora sí que le veo todo lo malo y no puedo creer que siempre haya sido así y le haya aguantado todos esos defectos.
 ¿Tú crees esto?, ¿Será que es normal o me enloquecí?”
Cliente en consulta de Inteligencia Emocional y Pareja, San Diego, U.S.A.
 
Sí que es un evento común. Un 95% de jóvenes universitarios en estudios llevados a cabo en diversas universidades de Estados Unidos por varios años expresaron haber pasado por este proceso luego de terminar con su pareja. Helen Fisher lo llama furia de abandono. Y la explicación que dan los neurocientíficos es que este fenómeno hace parte del sistema de defensa evolutivo del cerebro para proteger a los enamorados que fueron maltratados por sus parejas o que sufrieron decepción o desilusión por las palabras o acciones de sus parejas y pusieron sus energías, tiempo, y esperanza en parejas que fueron infieles, violentas, abusadoras, frías o indiferentes.

El cerebro lo que está haciendo es tratar de curarte de “regresar” con tu ex: te enfoca en sus defectos que antes ignorabas o dejabas de ver por estar “ciego de amor”. El propósito evolutivo es lograr que olvides esa pareja, que dejes de lado esa experiencia en la que tenías idealizada a tu ex, para concentrarte en ti, en mejorar como persona y ya sano y centrado en ti, buscar a otra persona que te ame como tú necesitas, y así, ya luego, formar una familia armoniosa, perpetuando la especie. Porque no podemos olvidar que aunque el amor sea un sentimiento que involucra algo más que la psicobiología y la evolución, su proceso sigue siendo parte de un mecanismo cerebral evolutivo cuyo objetivo siempre será mantenerse en el planeta a través de la descendencia. Con lo cual, si has sentido alguna vez la furia de abandono o estás en ella porque estás en duelo, no tienes porqué sentirte mal, es natural sentir esto alguna vez en tu vida. Lo importante es qué estrategias desarrollar para que no se convierta en un infierno tu vida.

Aunque es un momento difícil porque hay dolor y sabemos que aún te importa tu ex, (no es que lo hayas olvidado como si te hubieran hecho “lavado de cerebro”), y, aunque por momentos te sea útil el sentarte con tus amigos a desahogarte y el hacer 1000 cosas para “olvidarlo”, sería muy conveniente contar con ayuda profesional en estos momentos críticos para gestionar estas emociones pues con un manejo inadecuado, puedes verte tomando decisiones erráticas de las que luego puedas arrepentirte y eso es lo que hay que evitar.

Algunas estrategias que te pueden servir en este momento son:

- Pensar: “Mi vida definitivamente es mía, ahora puedo hacer cosas que dejé de hacer o que no hacía porque a él no le gustaban” (por ejemplo: viajar a X lugar, si a él no le parecía, comprar algunas cosas que él me decía no comprar porque no le veía valor, salir con muchos amigos con los que dejé de salir porque no se sentía cómodo o porque no compartían intereses)”. Así, sientes que recuperas tu vida.

- Autoconversarte constantemente: “Afortunadamente ya no está conmigo” Y, seguidamente, usar aquellos rasgos o situaciones que te maltrataban para terminar el pensamiento. Por ejemplo: ”No tengo que estar pensando si estará con otro (si te era infiel) si está bebiendo (si es alcohólico o tiene problemas con el alcohol o usa cualquier otro tipo de droga) si está furioso y llegará violento (si usa la violencia intrafamiliar o contra su pareja) ”,etc. Así, cumples dos propósitos: vas convenciéndote de que esas situaciones llevan un abuso hacia ti que no mereces y además, aún más importante, cuidas tu amor a ti mismo que es el primer mandamiento de la inteligencia emocional.

- Evitar lugares que sabes bien que él frecuenta para no encontrarte con él y así evitar roces en público, discusiones o peleas que pueden suceder por ser un momento tenso para ambos.

- Cuidar en quien confías tus penas. Este punto es muy importante. Nuestros amigos nos quieren, nuestra familia nos ama, pero precisamente por ese amor pueden ponerse en sistema de defensa y llevarte a tomar decisiones equivocadas y 0 asertivas con sus recomendaciones, o, ellos mismos, por su molestia con la situación, ser imprudentes y decir o hacer cosas que pueden resultar problemáticas, en lugar de, ofrecer soluciones sensatas y razonables.

- Cambiar el círculo de amigos. Si tus amigos eran sus amigos, cambiar de círculo de amigos, alivia mucho el momento tanto para los amigos de ambos como para ustedes. Aparte, cada vez que te das la oportunidad de conocer otras personas, te das a ti mismo la oportunidad de crecer como persona por permitirte abrir tu ventana a otros mundos porque recuerda: cada cabeza es un mundo y eso a ti, te hará más tolerante y más ciudadano del mundo.  

 

Bibliografía

Fisher, Helen. (2006). Broken Hearts: The nature and risks of romantic rejection. Capítulo 1 en Romance and sex in adolescence and emerging adulthood: risks and opportunities. London: Lawrence Erlbaum Associates Publishers.

viernes, 28 de octubre de 2016

Control y Autoridad en la Crianza de los Hijos: 1 Sólo Tip


“Mira, yo vengo aquí porque es que José no me obedece como antes. No sé qué le pasa, está cambiado, no me hace caso, no sé si es porque anda con María, la niña nueva del curso, o porque no está reaccionando bien al divorcio que estoy pasando con su papá o, si es la pre-adolescencia, o qué rayos pasa, así que necesito que hagas que él vuelva a hacer el niño obediente, dulce y dócil que era.”
Cliente en Consulta de Crianza y Familia, México.

Es una solicitud que he recibido varias veces en la primera sesión de consulta de crianza e inteligencia emocional de padres desesperados en América completa, desde Canadá hasta Chile, y, en Europa, desde el Reino Unido hasta España, con distintas palabras y casos, pero la idea, la misma. Es decir, no es una petición contextualizada a una cultura específica, es una idea que ronda varias familias alrededor del mundo, que nos habla de un cambio, de una crisis en la familia que necesitamos analizar y revisar con cuidado por eso escribo hoy de este importante tema.

Para continuar con el hilo de los padres en consulta, luego de escucharles su petición, procedo a explicarles que entiendo, desde el corazón, su desesperación pero que no es mi tarea ni como educadora ni como psicóloga “re-educar” a su hijo para que quede desprovisto de las herramientas de pensamiento crítico y de las competencias personales de toma de iniciativa, competencias tan importantes en la vida de una persona, por obtener, a cambio, su obediencia. Les invito entonces, a trabajar en consultas en inteligencia emocional y crianza, en ellos, como adultos; en revisar la necesidad que tenemos los adultos de control y en los estilos y prácticas de crianza que nos vienen impresas en nuestras mentes y corazones desde la educación que nos brindaron.

Y es que no sólo no está en mi ética profesional ni es mi misión eliminar de un ser humano las competencias que le dejarían totalmente indefenso frente a adultos y frente a otros niños abusadores, acosadores, engañadores y controladores, sino que necesitamos entender las razones psicobiológicas que subyacen a estas competencias para valorarlas en su utilidad ya que nos las ha brindado la naturaleza para poder sobrevivir en este mundo que de manera natural, nos es amenazante. Y, ése es tema para otros artículos…

Lamentablemente, por múltiples factores sociales, religiosos, políticos y económicos, por siglos se ha cimentado la idea alrededor de la crianza y la educación escolar de que la obediencia y la sumisión es el estado ideal de un niño o joven. Y que la dulzura de un hijo significa que éste responda a cualquier tipo de tarea que le imponga un adulto sin cuestionamientos ni miramientos de ningún tipo: el niño no tiene derecho a preguntar ni a pensar nada, sólo a ejecutar la acción que se le dicta y a pensar como el adulto quiere que piense.

En nombre de esa obediencia, de esa dulzura y de ese miedo de los niños y jóvenes a la mal llamada “autoridad” de padres, no saben ustedes cuántos adultos tengo hoy en terapia que han sido violentados y abusados, siendo niños, en aspectos sexuales y psicológicos por sus padres, tíos, docentes, abuelos, amigos y representantes de varias religiones. Claro, muchos de ellos totalmente inocentes e ignorantes del efecto que producen en las competencias intelectuales, personales y sociales de estos niños y jóvenes, estas actitudes impositivas y sólo siguiendo un modelo de padre y madre que recibieron de sus padres pero, otros, nada ignorantes y nada inocentes que por la sumisión de los niños, lograron el abuso intencional que buscaban.

Todas estas prácticas responden a factores fundamentados en filosofías verticales de estilo autoritario, que hoy, para fortuna de las nuevas generaciones, están cada vez más rotuladas como arcaicas y fuera del contexto del ser humano de hoy, con derecho a ser respetado con sus diferencias y con sus cuestionamientos.

Hace siglos, el mundo occidental, buscaba cómo reprimir tendencias separatistas y anarquistas entre los miembros de los grupos sociales para reemplazarlas por el fomento a la unidad hacia el fin social del desarrollo de ciertas clases sociales, políticas y económicas y encontró en la educación y la religión una forma de lograr su propósito.

Desde entonces, el ideal era lograr uniformar a los seres humanos bajo un sólo concepto de persona, bajo un sólo ideal de persona; hoy, ya con más conocimientos y estudios centrados en las neurociencias y psicobiología, entre otras, se resaltan positivamente las diferencias entre cada uno de nosotros y se acepta y tolera la idea de que somos seres con múltiples inteligencias y múltiples estilos de aprendizaje.

Aunque también es cierto que existen aún algunos grupos de la sociedad que sienten que al no haber uniformidad, es una amenaza al “orden” que “debe” existir, bajo su punto de vista de verdad absoluta; y, así las cosas, el que no siga ese orden está ilegal o “en pecado” y hay que aislarlo o acabar con su vida para que no contamine al resto. Para muestra de ello, está el Estado Islámico y algunos países de nuestra Sur América que, con sus ideales de religión y patria, muestran el extremo de este tipo de pensamiento y las nefastas consecuencias que podemos sufrir.

Menos mal que la mamá de Einstein pensaba diferente, imaginen si le hubiera obligado al niño Einstein a pensar como todos los niños de su época (es muy conocido el hecho de que él era catalogado como atrasado mental por sus profesores ya que no pensaba igual que los otros niños ni llevaba su mismo ritmo de aprendizaje) y hubiera crecido pensando que no podía cuestionar los desarrollos científicos de su época porque era un pecado. Pues, simplemente no habría habido toda la nueva ciencia desarrollada a raíz de su genial forma diferente de ver el universo y el mundo; no tendríamos mucha de la tecnología de la que hoy disfrutamos y hacemos tanta gala los seres humanos.

Es que, hoy, estamos viviendo movimientos extraordinarios en cuanto al conocimiento y reconocimiento del ser humano en toda su esencia; hasta el Papa está gestionando en la religión católica los cambios requeridos para comprender al hombre como lo que es, un ser original y único, pidiendo aceptar y tolerar las diferencias que presenta nuestra especie.

Sí, hay un contrato social que hemos contraído todos los que vivimos en esta sociedad occidental, eso es innegable y además sin ese contrato poco o nada habríamos logrado en conjunto. Es con los otros, unidos, que hemos llegado a donde estamos. Nos necesitamos, somos seres sociales.

Las leyes, las normas, los límites cumplen su función autorreguladora, en ningún momento pretendo que sean eliminadas, estaría fuera de contexto pensar algo así. Ya la parte castrante, culpadora y represora que queremos imponer a nuestros niños porque no los podemos controlar a hacer y ser como queremos es la que nos viene del miedo y el deseo de control.

Esa es la que necesita ser asimilada, procesada por los padres, cuidadores, docentes de estos niños y jóvenes de hoy que requieren una educación fundamentada en inteligencia emocional que los capacite en la regulación y gestión de sus emociones para no obedecer las reglas como zombis, sino para entenderlas y aceptarlas como entes regulatorios y no impositivos, para formar hijos autónomos y no sólo dependientes del castigo y la multa para actuar con bondad, verdad y, sobre todo, con calidad humana.

Consecuentemente, mi tip del artículo de este mes es que si usted es padre, tío, cuidador, docente o simplemente consciente de su parte en la educación de las nuevas generaciones:
 
Edúquese para educar con inteligencia emocional, conciencia e información a sus hijos, no con miedo, prejuicios, control y autoritarismo, eso provocará más rebeldía o sumisión entre sus hijos, los alejará de ustedes como padres, infundirán odio, resentimiento, miedo, decisiones y acciones inadecuadas en ellos; los hará infelices a todos como familia. El aumento en su calidad de vida, en el bienestar de su familia y en la convivencia armónica, le demostrará el valor de su inversión y, el mundo, se lo agradecerá.  

miércoles, 31 de agosto de 2016

Tips Asertivos para Manejar los Conflictos

 “Difícil fue para mí calmarme y explicarle a mi jefe el modelo de venta y su propósito porque él lo único que hacía era gritar y buscar el culpable por no llegar a la meta del mes; fue un reto pero, valió la pena usar las estrategias que anticipamos en la consulta pasada. Finalmente, se conectó con el propósito y mi plan de venta y así salió de su obsesión de buscar a quien botar del equipo que es su respuesta de siempre, cuando tenemos problemas.” Cliente de 45 años, en México,  consulta en Inteligencia Emocional y Productividad Laboral.

La palabra conflicto se define en varias acepciones por la Real Academia Española. Aparece definida como combate, lucha, apuro, situación desgraciada y de difícil salida, problema, materia de discusión y coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos. Todas estas acepciones hablan de un momento crítico muy emocional y que se puede presentar en varias áreas de nuestra vida: personal, académico, laboral, familiar, de pareja, etc.

Hay varias clasificaciones de los tipos de conflictos, según la respuesta de las personas a ellos, entre ellas están los 5 modos de Thomas-Kilmann, que se mueven hacia dos dimensiones opuestas, de un lado la competencia y en el otro extremo, la complacencia o acomodación. También están los estilos agresivo, pasivo y asertivo que desarrolla Barrett y el enfoque en propósito y la lucha de poder en los conflictos que trabaja la disciplina positiva de Nelsen.

En estas tres clasificaciones, se observa un punto en común y es que la lucha en los conflictos se presenta como la toma de decisión entre, por un lado, las cuestiones  propias, ya sea necesidades, creencias o ideas que reflejan la posición personal y, por el otro lado, el abandono de lo propio, por las necesidades, ideas, creencias del otro.

Es muy importante aclarar: No hay buenas o malas posiciones, no se trata de una guerra entre el bien o el mal, se hace necesario entender que sólo hay útiles y poco útiles estrategias de conflicto para resolver el problema con efectividad, oportunidad y a tiempo. Algunas veces es acertado ir hacia la competencia, en otras, es más efectivo ir hacia la acomodación.

También se hace necesario explicar que sí hay preferencias marcadas en nuestra forma de resolver problemas que pueden reflejar nuestras tendencias, y que algunas veces abusamos de esa misma preferencia, mostrando rasgos habituales de nuestra personalidad o nuestras creencias. Por un lado, está la tendencia al egoísmo, al enfoque centrado en “tengo la verdad absoluta y la corrección” y al abuso del otro porque “yo tengo la razón”, y, por el otro lado, tendencias a la baja autoestima, inseguridad y al dejarse abusar y “ponerse en último lugar” porque el otro “sabe más, es mejor que yo, es rico, es el jefe” etc.

Como el objetivo de este artículo es compartir tips para lograr manejar un conflicto con asertividad, aquí están:

1.   Revisa cómo te sientes antes de contestar al otro. Si identificas en ti todo tu sistema alterado y a punto de estallar o cero dispuesto a razonar y dialogar, pide un tiempo prudente, retírate del recinto y ve a un lugar donde puedas estar tranquilo o cómodo. Ahí, respira 6 -3 -6 por 10 veces, haz una visualización mental de la situación resuelta y de un ambiente no tenso con la persona que estás en conflicto y los dos felices de haber encontrado un punto de acuerdo, o, si te es posible, camina por 3 minutos para que el despliegue neuroendocrino que se desencadenó en tu organismo, regrese a los puntos neutros y puedas pensar con claridad y no, en modo defensa/huída. Este punto es el primordial, si no logras esto, será muy difícil llegar a un acuerdo razonable.

2.   Presta atención a la información que plantea el otro tratando de no interrumpir. Es difícil lograr esto en una discusión porque es posible que estés centrado en que el otro sólo vea tu punto como el correcto o la vía a seguir, es natural, no te preocupes. Precisamente, el esfuerzo en escucharlo y en salirte de ese esquema de que el otro haga lo que tú planteas, puede permitirte entender que su posición no es “incorrecta” y te puede llevar a establecer un arreglo donde los dos tengan elementos aportados en la solución, siendo así una solución más respetuosa para ambos y tendiente al gana-gana.

3.   Habla con claridad y serenidad, mirando a la persona a los ojos, si te es posible (si no, es un indicador de que necesitas el tiempo para respirar y calmarte primero), y haciendo las pausas necesarias para que tu mensaje no se sienta abrupto. Sí, es un reto, pero el hacerlo, te permitirá actuar desde la inteligencia emocional y no desde el miedo, rabia o impulsividad.

4.   Evita palabras que puedan ser tomadas como juicios personales o descalificativos. En lugar de esto, valida y luego expresa con respeto tu punto: “Entiendo lo que dices y es válido pienso que también podríamos…”, “Veo tu punto, es muy valioso, creo que hay adicionalmente, otras estrategias que nos pueden servir, como por ejemplo:…”, “Además de lo que dices, veo también la posibilidad de …”

Recuerda, todos perdemos la cabeza alguna vez, somos humanos, lo importante es ir aprendiendo estrategias que te permitan ser más inteligente emocionalmente para llevar una vida con más armonía interna y social.

 
Referencias Bibliográficas

Barrett, P. (2012) Programa de Resiliencia Para Adultos. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

Conflicto – definición, recuperado de: http://dle.rae.es/?id=AGHyxGk sitio de la Real Academia Española: Agosto 31 de 2016.

Nelsen J. (2009) Disciplina Positiva. Ed. Ruz. Mexico.

Thomas, K. W., and Kilmann, R. H. (2009) "An Overview of the Thomas-Kilmann Conflict Mode Instrument (TKI)." Kilmann Diagnostics Website.

sábado, 30 de julio de 2016

Generando Autoconversaciones Inteligentes en Emoción

 “Y cada vez que entro a esa oficina no dejo de pensar en todo lo malo que pueden estar diciendo de mí, desde mis zapatos rojos hasta que hablo un francés regular y que no estoy a nivel para las convenciones en Ginebra… y, ahí me entra un dolor como en el pecho y una vergüenza, una sensación de menos que me hace hasta sudar y tartamudear y comienzo a actuar y hablar de una manera tan insegura y de poca cosa que termino cumpliendo mis peores pesadillas: dejo en todos la impresión de que soy una insegura y ansiosa; definitivo: yo soy mi peor enemigo.”
Cliente de 35 años, en Nueva York,  consulta en Inteligencia Emocional.

Esas autoconversaciones negativas, contraproducentes a nosotros de manera personal y profesional, son factores críticos, enemigos de la inteligencia emocional y está bien estudiado y documentado en el campo. Lo más interesante es que es lo más común y natural en todos y cada uno de nosotros pues está ligado a la ansiedad individual y colectiva de nuestro sistema evolutivo, hace parte de la regulación de los seres humanos, de su sistema metacognitivo que le permite monitorearse y corregir lo que está siendo poco provechoso para sus necesidades y deseos para lograr sus metas con efectividad y eficiencia. Con lo cual, es un asunto que diariamente escucho en consulta, y es que aproximadamente nos decimos unas 25.000 palabras al día y de ellas, la gran mayoría son en contra de nosotros, son manifestaciones de nuestros miedos, angustias y ansiedades.

¿Cómo bloqueamos esos pensamientos negativos y obtenemos los positivos, los que nos sirven y nos empoderan para llevar a cabo los retos que se nos presentan contantemente? Una de las formas más efectivas y poderosas que se ha desarrollado al detalle desde la psicología cognitiva conductual es el uso de pensamientos o ideas que reestructuren nuestra cognición para que nuestros pensamientos influyan en nuestros sentimientos y surtan los efectos deseados en nuestra psicobiología, cambiando hasta las respuestas fisiológicas de sudoración, mariposas en el estómago, nudo en la garganta, etc. que sentimos cuando aparecen los pensamientos bloqueadores.

Voy a compartir contigo algunos de los pensamientos constructivos que desarrollamos en consulta en inteligencia emocional y en life & business coaching para contrarrestar los pensamientos bloqueadores tanto a nivel personal como a nivel profesional. Todos son traídos de casos reales, sólo recuerda, es parte de todo un proceso de crecimiento personal y profesional, te pueden ayudar para una o dos situaciones a corto plazo, pero si no te sirve a largo plazo, te recomiendo que busques ayuda profesional para lograr tus metas de manera profunda.

 
Pensamientos Bloqueadores
Pensamientos Constructivos
¿Para qué sigo en este proyecto si ya he fracasado 2 veces? No era tan buena idea al fin y al cabo… Esos asesores de proyectos y coaches no sirven para nada, boté todo mi dinero ahí. Y yo  definitivamente, soy lo peor, por andar de ingenuo y creyendo en mí como si fuera la gran cosa, ahora sí me voy a ganar el título de iluso, eterno soñador y gran perdedor… todos mis amigos se van a reir de mí porque es que desde el principio me dijeron que mi idea es muy loca y diferente sólo Juan me creyó pero bueno, él como yo, está empezando a hacer su empresa, así que no vale, es sólo otro iluso y soñador que cree que sí puede solo contra este mundo difícil y lleno de trampas y donde sólo con conexiones importantes sales adelante.
Bueno, la tercera es la vencida. Aquí voy de nuevo, revisaré qué falló y replantearé mi estrategia con los asesores y coaches, porque mi idea es buena, es innovadora, es diferente, tiene todo para ser un éxito, hasta Juan lo cree y me apoya, es más voy a pedirle consejo a él también. Sólo necesito no desesperarme y cambiar el cómo hasta encontrar el camino que me llevará al éxito. Yo soy mi mejor ingrediente al éxito, confío en mí y en mis capacidades. No me rendiré y si se burlan, que se burlen al fin y al cabo, cada quien tiene derecho de hacer lo que desee, siempre y cuando no haga daño a otros y yo no estoy dañando a nadie y tengo derecho a creer en mis sueños y arriesgarme. Quien no arriesga, no gana.
Yo sí soy de malas, mi primo siempre consigue lo que quiere, y yo siempre en la olla. ¡Uy! ése sí que tiene una suerte. No, definitivo, como decía mi mamá, es que unos nacen con estrella y otros nacemos estrellados. Y yo me debo resignar, soy un estrellado. El destino me hizo así, nada qué hacer, lo mejor es rendirme y conformarme con lo que tengo.
No sé si existirá la suerte pero qué bueno que a mi primo todo le salga bien. Lo que sí puedo hacer es preguntarle qué cree él que le hace lograr sus sueños. Además, sé que si analizo cómo lo hace, puedo descubrir cuáles son las estrategias que le ayudan a conseguir sus metas y aplicarlas en mis proyectos, a lo mejor, yo también lo logro.
Y, ¿Cuánto más debo esperar a que esta estrategia me funcione? Estoy harta ¡Qué desespero!, ¡Ya voy a tirar la toalla con este personaje, no lo aguanto más!, Es que no entiende que las cosas se hacen así en esta casa, es como yo digo, ya lo hablamos en consulta, ya se lo he dicho como 300 veces. No sirven esas terapias familiares, que paciencia ni qué nada, qué ceder ni qué ceder, qué proceso ni qué nada, qué tiempos ni qué tiempos, qué conexión ni qué conexión, esto es un desastre total y nada va a cambiar, está decidido: ¡Me voy o se va él de esta casa!
La tierra no se hizo en un día, tomará tiempo pero, como dice la psicóloga, no es un proceso fácil y rápido, es toda una adaptación y con respeto, amor, perseverancia, tolerancia, aceptación, comunicación asertiva, reglas, compromiso y dedicación, ¡Lo lograremos! Habrá discusiones y roces, es normal, pero lo importante es mantener la armonía familiar y mi autocuidado y seguir con el acompañamiento profesional. Si me siento mal, no voy a desesperarme y gritarle, debo respirar, conectarme conmigo y con él y seguir los pasos que acordamos en consulta.
Ya me está viendo la bruja esa del piso 2… Ay no, ¡Qué hartera!, ¿Qué cara me pondrá hoy?, ¿Será que le gustará lo que llevo puesto?, ¿Será que aprobará mi peinado? Desde que llego no hace sino ver qué traigo puesto, si me combina los zapatos con la cartera, si mi peinado va bien o se me salieron los cabellos de la cola de caballo que traigo, ¡Qué tortura!, ¡Qué mal y confundida me hace sentir esta vieja a mí! … Ay no y ahora la supervisora de comercial ya viene a decirme que no le gustó la palabra X que le escribí al email de la empresa Y porque no lo ve necesario para cerrar el contrato, es que ya la conozco, a todo lo que hago le ve un “pero”, me la tiene “montada”, no me soporta… ay ahí viene José ojalá crea que me veo bonita para ver si se anima a invitarme a salir esta noche…
Y aquí vamos, “it’s showtime”! A ver… compañera del piso 2, sé que me miras todos los días para ver si sigues mi modelo o no, te cuento: me gusta cómo me veo, cómo me siento con mis zapatos y mi cartera, si no te gusta, estás en todo tu derecho, ¡No tenemos que tener los mismos gustos, no me visto para ti! Yo respeto tus gustos y elecciones y respeto los míos... Hola supervisora de comercial, sí, tal vez pienses que esa palabra no iba, pero tengo mi fundamento comercial para usarla, sólo espero que me preguntes para comentarlo… Bueno, José, espero que veas lo bonita que soy por fuera y por dentro y si no te animas a invitarme, pues yo te invito a tomarnos un café en el receso, a ver si te conozco más, me conoces y hacemos click para al fin salir y si no, no pasa nada, quedamos de amigos.

Referencias Bibliográficas

Barrett, P. (2012) Programa de Resiliencia Para Adultos. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

viernes, 27 de mayo de 2016

El Reconocimiento a los Otros: Factor de Inteligencia Social

Muchas son las veces que en consulta laboral, familiar y de pareja me he encontrado con que las personas no sabemos cómo ofrecer un reconocimiento a los detalles, funciones, acciones y comentarios que el otro hace y que nos mejora nuestra vida. Y no me refiero a reconocer sólo como el dar premios, medallas o algo por el estilo, me refiero al hecho sencillo de comunicar al otro que lo que él hace, yo lo veo, lo percibo y que es valorado y apreciado por mí.

Con el análisis que en conjunto hago con mis clientes y a través de los textos y cursos que he estudiado, he llegado a comprender que el reconocimiento desafortunadamente no es algo común ya que no es una práctica fomentada ni en la casa ni en la escuela ni en la sociedad en general pues, aunque sí se nos impulsa a decir gracias y a agradecer, no se nos enseña a reconocer los logros de los otros con palabras específicas y de manera constante; y, como apunte curioso, hasta me ha llamado la atención el que algunas personas me han expresado que lo sienten como un “pecadillo” porque aumentaría la vanidad y el orgullo del otro, atributos percibidos como defectos en algunas religiones y culturas. El asunto es que el reconocimiento, por un tiempo, parece haber sido “satanizado” tanto así, que existen los reconocimientos post mortem y éstos hasta apenas unos pocos años eran más habituales que los reconocimientos hechos en vida.  

Sorprendentemente, los estudios han demostrado cómo lo contrario, el validar las acciones de los otros, mejora sustancialmente nuestras relaciones y tiene efectos en nuestras vidas de distinta índole, por ejemplo, se ha hallado que es la falta de reconocimiento social lo que el 79% de los empleados en las empresas citan como la razón primordial para renunciar en una compañía (Temple, I., 2015). También se ha identificado que la validación es uno de los factores de inteligencia emocional esencial para ser desarrollado en casa y acrecentar la inteligencia social pues se ha encontrado la más alta correlación entre una niñez, adolescencia y adultez inteligente emocionalmente con la presencia de padres amorosos (que no permisivos) que comunican y expresan constantemente a su hijo sus sentimientos y que reconocen y validan las acciones y logros que todos realizan en la familia.

Por ello, por ser factor de inteligencia emocional y social, hoy comparto contigo 4 tips para darle la validación y reconocimiento al otro de manera adecuada que mejorará esas relaciones sociales de tu vida.

1.   Expresar el hecho y no exagerar el sentimiento. En este punto es importante no confundirse con alabar o adular que es muy diferente a reconocer o validar y que por la emoción, a veces se nos pasa. Para validar una acción o logro, el enfoque se centra en lo que la persona hace; por ejemplo: “Luis, he observado que manejas un lenguaje más profesional al dirigirte a los clientes en tus emails. Muy bien por ti.”

2.   Evitar el narcisismo y reforzar la autoestima sana. Esta es la razón implícita, parte del miedo en nuestra sociedad, al reconocer logros y es lo que la ciencia ya ha comprobado a través de numerosos estudios: un reconocimiento expresado inadecuadamente puede llevar al narcisismo. La investigación más reciente es un estudio longitudinal en Holanda del que se encontró que, especialmente con los niños pequeños, aquellos cuyos padres decían “eres muy especial”, “eres maravilloso”, “eres lo mejor del mundo” desarrollaban un ego inflado y un narcisismo incontrolable, tipo “emperadorcito” (Brummelman, E., 2015).  Mientras que, los padres que sólo mostraban que los amaban y así lo expresaban sin hacerlos sentir extra especial, ayudaban a generar autoestima sana en los niños. Es decir, evitemos generar comentarios absolutistas que inflen el ego, evitemos eso de: “eres lo más …”

3.   Reconocer el hecho en el momento en que se presenta. También se puede hacer como fruto de varias acciones, sin embargo, es mucho más asertivo hacerlo cuando se presenta. Por ejemplo, con la pareja, si llega constantemente tarde a casa del trabajo y es algo que se aprecia, decirle: “Amor, gracias por llegar temprano a casa hoy para estar más tiempo compartiendo conmigo.”

4.   Acompañar las palabras con gestos no verbales. Un abrazo, una sonrisa, un beso, una palmadita en la espalda o el hombro, agarrar la mano del otro, todos estos son gestos que vienen bien al hacer el reconocimiento verbal. Claro todo depende del contexto; en el laboral, es muy usual la palmadita en la espalda y, entre parejas, un beso, ¡que no lo contrario! ;)  

Referencias

Barrett, P. (2011) AMISTAD para siempre. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

Brummelman, E., Thomaes, S., Nelemans, S., Bram, O., Overbeek, G., Bushman, B. Origins of narcissism in children. Proc. Natl. Acad. Sci. USA 2015 vol. 112, 12, 3659 – 3662.

Nelsen, J. (2009) Disciplina Positiva. Ediciones Ruz. México.

Nuñez, G. (2016). Educando con propósito. Panamericana Formas e Impresos S.A. Bogotá.

Siegel, D. Bryson T. (2012) El cerebro del niño. 12 estrategias revolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de tu hijo. Barcelona: Editorial ALBA

Temple, I. El poder del agradecimiento. El Comercio, 17-03-2015, Perú. 

jueves, 28 de abril de 2016

4 tips para Mejorar tu Comunicación con el Adolescente

“Es que ya no sé si es grosería, rebeldía natural de la adolescencia o falta de un buen golpe o castigo, la cuestión es que diga lo que diga, fallo con él, siempre fallo.” Cliente en Consulta de Crianza y Familia, Estados Unidos.

Sí, muchas veces nuestra comunicación con los adolescentes sufre de muchas interferencias, confusión, emociones alteradas y falta de claridad y empatía de parte y parte. Este cliente estaba en estado de desesperación por tratar de llegar a comunicarse con su hijo y de hallar la manera de consensuar sus ideas con las de su hijo y muchas veces, en tratar de imponer su mundo, sus creencias a su hijo que sentía eran las “correctas” y que “debía aprender” su hijo para ser exitoso. Descubrimos en consulta que él sólo quería ser un “buen padre” para su hijo, para probarse como buen padre y para serlo “frente a la sociedad” y tenía mucho miedo de fracasar en esa tarea y de que su hijo fuera un “desastre” por su culpa. Por supuesto, no resolvimos el problema en una o dos sesiones ni pretendo que con este artículo tú resuelvas tu problema de comunicación con tu hijo adolescente, aquí sólo compartiré 4 tips que han ayudado a este cliente y a otros a mejorar su comunicación con su hijo adolescente y que te pueden ayudar a mejorar tu relación padre-hijo con tu adolescente. Esto es sólo un inicio.

1.   No te lo tomes como algo personal. Recuerda cuando eras joven y sentías que la brecha generacional era muy grande y que tus papás no te entendían. De la misma manera, se siente tu hijo, incomprendido y fuera de lugar; sólo con ciertos grupos de personas se siente entendido, identificado y a gusto. Entonces, respeta su espacio y dile con mucho respeto, amabilidad y amor, que tú también pasaste por ese momento y que lo entiendes totalmente, que tuviste esas mismas actitudes y que como ya lo viviste, sabes que habrá muchos momentos duros, tristes y otros alegres e inolvidables y que él cuenta contigo para ser escuchado y valorado, aunque habrá cosas que no te guste oír y darás tu opinión o guía como padre pues por eso eres padre y no su amigo del momento, pero que entiendes que es su momento de vivir retos y tomar decisiones y claro hazle ver que también tendrá que asumir las responsabilidades por las acciones y decisiones tomadas. Y, por supuesto, recuerda que en la comunicación, escuchar a tu hijo significa entrar en su mundo, entenderlo y aceptarlo y no estar buscando cómo hacer para que en la comunicación lo moldees a lo que tú crees, según tus ideas o creencias que debe él ser, hacer, comportarse, sentir o hablar. Hay un balance entre las reglas para vivir en armonía y el respeto por la unicidad de tu hijo y las dos cosas deben estar claras entre tú y él.

2.   Si tu tono de voz es muy alto continuamente o si tienes por costumbre gritar, deja de hacerlo. Si estás acostumbrado a amenazar o a condicionar tus acciones y las de los demás para lograr que hagan lo que tú quieres, y además, no cumples esas amenazas y condicionamientos, deja de hacerlo. Estás perdiendo autoridad y respeto de tus hijos y dejando al miedo ganar terreno en tu relación con tus hijos. Muchos hijos adolescentes sienten la imposición del adulto continua con los gritos, el condicionamiento y las amenazas como algo negativamente retador o abrumador y aplastante, entonces, la respuesta puede ser la rebeldía absoluta, la sumisión total (anulación del joven), la hipocresía mezclada con cobardía (“por ahora lo hago y hasta sonrío, porque me estás gritando, pero apenas voltees, hago lo que quiero”) o la venganza (“deja que te vayas y haré algo peor para que así me grites más duro”) y ninguna de las cuatro reacciones son productivas para ellos ni para ti como padre. Es más factible que si hablas con firmeza (que no es grosería ni gritar sino hablar con fundamento, asertividad y serenidad), respeto y amabilidad, ganes el respeto de tus hijos y de todos los que te rodean al igual que entender que no siempre tendrás la razón de todo ni que todo se debe hacer como tú consideras. Somos padres, pero no dioses, no tenemos la verdad absoluta ni conocemos todos los factores para llevar al éxito al mundo entero en nuestras manos, así que no necesariamente tenemos el de nuestro hijo.

3.   Evita los sermones constantes y las miradas reprobatorias por cada cosa que haga o diga tu hijo. No hay mayor separación padre-hijo que esos gestos no verbales, como la “volteada de ojos” o las “miradas matadoras” que no dejan espacio a la aceptación o tolerancia del otro y ni qué hablar de los sermones. Tu hijo se siente completamente aislado, señalado y fuera de lugar cuando está contigo y tú reaccionas de esta manera. Sí, es muy difícil no reaccionar así cuando te dice algo que tú ves como inaceptable, loco o ilógico, estamos de acuerdo, más de una vez yo también lo he hecho, ¡Que somos humanos no robots! Y, ahí es cuando de nuevo, vienen la empatía y el enfoque en soluciones a nuestro rescate. No queremos quedarnos enfocados sólo en el problema, sin resolverlo y estar quejándonos todo el día, si no, en cómo solucionamos de manera equilibrada o de la manera más tranquila ese problema. Así que, ponte en su lugar, él está conociendo el mundo y quiere disfrutarlo, él, como tú, tendrá que pasar por momentos duros, donde algunas veces, saldrá lastimado pero, al igual que a ti, estará vivo y eso lo hará aprender sobre la vida, no es quitándole esos momentos de aprendizaje que él va a madurar. Recuerda eres una guía en la vida de tu hijo, no eres su dueño, él necesitará pasar por esas amenazas y desafíos de la adolescencia para ser adulto, es parte de la vida. Por supuesto, ahora no es irte al otro lado, dejarlo hacer todo lo que quiera sin ningún límite o regla, eso sería ser padre permisivo y también tiene efectos negativos muy poderosos y como es un tema delicado y profundo, aquí, en este tema sí que te recomiendo una guía profesional si estás teniendo dificultades en ese sentido o dudas sobre cómo no ser más un padre autoritario o permisivo. Más vale prevenir que lamentar, ¡Que en crianza ningún hijo nació con un libro de instrucciones bajo el brazo y necesitamos una guía profesional!

4.   Valida, valora y reconoce los logros y cualidades de tu hijo. Si sólo te centras en lo negativo y en el miedo a que fracase, estarás dejando de lado sus logros y virtudes y entonces, podrás tener un hijo que, como respuesta, se convierta en un ser perfeccionista y exigente de sí mismo y de todo y de todos. Un ser poco tolerante e infeliz que le hará a los demás la vida infeliz también, que no reconocerá la importancia de los errores, del perdón y de entender que los seres humanos estamos en constante evolución y aprendizaje y que sólo cayendo nos levantamos. Reconocer, validar y valorar logros es parte importante de todo un sistema social e individual psicológico ya registrado como un factor protector de la inteligencia emocional. Si tú eres capaz de visualizar lo valioso en tu hijo y transmitírselo, y él puede reconocerse como alguien valioso dentro del sistema familiar y social por sus aptitudes, actitudes y potencialidades personales, será un foco de resiliencia esencial en el futuro cuando necesite enfrentarse a los desafíos personales que minen su valía o que por presión social lo puedan llevar a tomar decisiones improductivas para su vida (y sí me refiero a “malas compañías”, drogas, facilismo, agresión/acoso escolar, etc.) es en ese momento en el que tu validación de lo valioso que es él, marcará la diferencia en su decisión y acción, tú le habrás ayudado a formar el primer factor protector de inteligencia emocional, habrás cumplido con tu misión de padre: formar para que tu hijo viva independiente de ti y con herramientas para ser feliz y aportar a la sociedad desde su unicidad.    

Referencias

Barrett, P. (2011) AMISTAD para siempre. Brisbane, Australia: Barrett Research Resources Pty Ltd.

Brackett, M., Salovey, P., Rivers, S. et al. (2013) Emotion Skills as a Protective Factor for Risky Behaviors Among College Students. Journal of College Student Development. Vol. 54.No. 2 March/April 2013.

Brackett, M.A., Mayer, J.D. & Warner R.M. (2004). Emotional Intelligence and its relation to everyday behavior. Personality and individual differences, 36, 1387-1402.

Mayer, J.D., Salovey, P., & Caruso, D.R. (2008) Emotional intelligence: new ability or eclectic traits?. American Psychologist, 63, 503-517.

Nelsen, J., Glenn, S., Lott, L. (2007) Disciplina Positiva A-Z. Ediciones Ruz. México.

Nelsen, J. (2009) Disciplina Positiva. Ediciones Ruz. México.

Rivers, S.E., Reyna, V.F. & Mills B. (2008). Risking taking under the influence: a fuzzy-trace theory of emotion in adolescence. Developmental Review, 28, 107-144.