Actitud, la última de las libertades humanas, desde lo Cognitivo Conductual

"Todo puede serle arrebatado a un hombre, menos la última de las libertades humanas: el elegir su actitud en una serie dada de circunstancias, de elegir su propio camino. ¿No podemos cambiar la situación? Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento."

-Viktor Frankl (Psiquiatra - Austria, 1905 - 1997, Creador de la Logoterapia)

 

Muchas son las personas que al llegar a terapia me preguntan sobre la terapia cognitiva conductual que manejo en consulta pues, poco o nada han escuchado sobre ella. Aquí haré una breve introducción de lo que implica y un poco sobre su proceso y sus beneficios con respecto a otra clase de intervenciones en terapia psicológica.

La terapia cognitiva conductual “se caracteriza mejor como un marco metodológico”*, “se aboca a modificar comportamientos y pensamientos”**  y su objetivo es que el paciente funcione de manera independiente y en corto tiempo, en contraste con otras terapias psicológicas.

Son tres los pasos que se utilizan en su intervención: 1.Evaluación, donde concordamos con el paciente sobre el comportamiento que le molesta y que quiere cambiar para mejorar su vida y tomar una actitud positiva frente a la resolución de problemas diarios; 2. Tratamiento, donde aplicamos el programa psicoeducativo planteado por el terapeuta para modificar la actitud; y,  3. Seguimiento, donde monitoreamos, hacemos los ajustes necesarios para que el tratamiento se mantenga en el tiempo de manera eficaz y realmente el paciente termine su intervención habiendo aprendido a manejar sus habilidades en la resolución de conflictos.

Para iniciar la terapia cognitiva conductual, como en cualquier tipo de terapia, se forma una historia clínica pero en el enfoque y tratamiento se coloca el énfasis en “¿Qué necesito hacer para cambiar?” en lugar de estancarse en solamente el “¿Por qué estoy actuando así?“, o, el “¿Por qué me está pasando esto a mí?”, esto porque aunque muchas veces conocemos el motivo por el cual estamos actuando de manera ineficiente y dañina para nosotros mismos, seguimos actuando así sin resolver el problema y sin mejorar nuestras vidas.

A diferencia de algunas terapias psicodinámicas, la relación terapeuta-paciente es siempre de colaboración y retroalimentación pues en terapia cognitiva conductual se entiende que el logro está en mantener el cambio en el comportamiento y actitud del paciente; por ello su enfoque siempre será educativo, didáctico, es un proceso de crecer en el mejoramiento personal y en el conocimiento interior con el terapeuta quien es visto como un guía-acompañante. En este punto, en su idea de entender que la actitud y el comportamiento pueden cambiar para que muchos conflictos sean manejados de manera funcional, al igual que en el uso del diálogo socrático, es posible encontrar una similitud entre la terapia cognitiva conductual con la logoterapia de Frankl, motivo por el cual este psiquiatra existencialista es citado al inicio.

Finalmente, la meta es que el paciente reduzca algunas actitudes y aumente otros comportamientos que le permitan lograr una mejor calidad de vida. Se trata de que, en su proceso terapéutico, sea el mismo paciente un agente activo del cambio que le permitirá, como dice Viktor Frankl, hacer uso de la última de las libertades humanas: elegir su actitud, elegir su propio camino, pero ya dentro de un marco favorable a sus necesidades y deseos internos; con el conocimiento de cómo actuar  para que, así se encuentre en la peor de las circunstancias, pueda sacar el mayor provecho, aprender y beneficiarse de manera positiva.

*http://www.cetecic.com/mod/resource/view.php?id=4

** http://www.depresion.psicomag.com/terapia_conductual.php