"Y
entendí que no importa a donde vaya, siempre me tendré a mí mismo y me podré
reír de lo que me pasó. Y hay que ver lo que eso significó para seguir adelante en este mundo
que cambia y en el que yo cambio cada vez que agarro maletas y me voy" –
Cómo ser inmigrante y sobrevivir en el intento, tips para lograrlo, un recuento de inmigrantes invitados
especiales.
El
haber vivido en diferentes países, continentes y culturas por amplios períodos
de tiempo ha sido un factor determinante para trabajar con clientes diversos. Las
experiencias vividas, los aprendizajes y re-aprendizajes de creencias y
costumbres ha permitido que hoy sea relativamente fácil para mí el pasar de
hablar en inglés, con clientes musulmanes
desde el Líbano, en el Medio Oriente para en la siguiente hora pasar al
portugués con clientes agnósticos en Sao Paulo, América del Sur y terminar la
siguiente hora en mi idioma nativo, el español, con clientes católicos no
practicantes en Londres, Europa.
Y
es esta particularidad lo que me ha motivado a tratar este tema siendo tan
recurrente el asunto de la necesidad de adaptación rápida y apoyo psicológico y
emocional que necesita una persona que está viviendo fuera de su ciudad de
origen. Este primer artículo de una
serie de artículos es, entonces, producto de las experiencias, recomendaciones
y anécdotas vividas por inmigrantes amigos, colegas y clientes que quisieron
compartir con los lectores que seguramente disfrutarán de las historias y
tomarán lo que les es útil para mejorar su calidad de vida, que es el objetivo
de siempre de este blog.
1.
Cuando llegues a un país distinto al
tuyo, ni aunque hablen el mismo idioma, nunca asumas que lo que dices es
entendido y viceversa
– Victoria Paz, venezolana viviendo en Ciudad de Panamá, América Central.
“Siempre es muy difícil dejar lo
tuyo y comenzar en un ambiente totalmente extremo. El primer mes ni tiempo
había para darme cuenta, hasta que caes en la realidad, que los sitios te son
ajenos, la gente, la comida y hasta la comunicación, porque, en mi caso que
también se habla español, pasé momentos difíciles para hacerme entender y
viceversa. Recuerdo la primera reunión de padres de familia en la escuela de mi
hija. No entendí nada.. Me pedían que podía llevar "boquitas",
figuritas, colaborar con los murales y lo más cómico que informaron que en esa
escuela hacían "prácticas" casi todas las semanas. Ante esto último
pensé que era buenísimo y que mi hija iba a estudiar menos en casa, pero
resultó que a lo que llaman prácticas son los exámenes, ja ja ja!! Y así,
entonces en cuanto a comunicación, opte al principio por describir y con esto
logré apropiarme del vocabulario del lugar. Lo más importante para mí fue apropiarme de una actitud positiva, darle
poder a la escucha y a lo que está pasando a mi alrededor. No buscó mi país
aquí, este país tiene su encanto y lo disfruto. Momentos difíciles? Muchos.
Mi mayor apoyo, mi amado esposo y mi hija. Los tres más unidos que nunca hemos
hecho ya nuestro nido en este querido país. He sido resilente, dije sí al
cambio, soy optimista, encontré un sentido y propósito al estar aquí.
2.
Uno llega a un nuevo país como
político en campaña: Con el “todo es posible” por lema y bandera pero para que
el “todo es posible” exista así sea como una semilla, primero hay que tener la
mente abierta y el cuerpo dispuesto.
– Lisa Feuer, colombiana viviendo en Ciudad de México, América del Norte.
Así es como comer forma parte de los
primeros pasos que hay que dar para aprender a moverse dentro de un entorno
donde todo es nuevo y diferente. Gastronómicamente
México es el país en el que afirmar que “todo es posible” es totalmente cierto.
Aquí existen verdaderos desfiles de abundancia y diversidad de comidas
realmente exquisitas con todo el sabor y personalidad que cada región mexicana
pueda imprimir a sus platillos. De hecho, en México existe tal derroche de
sabor y variedad que el placer de comer se convierte en toda una experiencia
lujuriosa. El picante, pica? La mejor manera de saberlo es probar. Porque al
mexicano nada le pica, por lo cual podría ser uno víctima de tan experimentado
y picoso paladar y por creer que efectivamente, NO PICA como suelen contestar,
termina uno con la boca casi en carne viva al comer una enorme cantidad del
“inofensivo” guacamole como si se tratara de cualquier salsita de tomate. Al
final yo sólo puedo asegurar que el mejor alivio lo da un vaso de leche. Dejando
de lado la parte gastronómica, me dirijo a la parte social: Los vecinos,
compañeros de trabajo y/o estudios así como nuevos amigos. Esta es quizá una de
las partes más claves del “todo es posible” porque cuando uno deja que la
soledad, la ansiedad, el estrés etc, tomen control de nuestra vida social, es
cuando nuestro mencionado lema, se tambalea. Nada es mejor que cultivar nuevos amigos y para ello tenemos que ser más
abiertos en cuanto a forma de pensar y vivir sin que perdamos nuestra esencia.
Y creo que es obvio mencionar el porqué. De paso aprender a socializar en
ambientes diferentes nos permite abrirnos a experiencias que pueden llevarnos a
alcanzar nuestras metas incluso probablemente con mayor rapidez, debido a que
un empujón nunca está de más. Sin
embargo durante todo este proceso de nuevas socializaciones, muchos también son
los tropiezos que pueden darse por lo que debemos saber observar y escuchar
para poder escoger. Y en este punto no creo haya diferencia entre nuestros
procesos de selección dentro de nuestros propios territorios y el que empleemos
en los nuevos. Así
que hay que conservar la calma y el equilibrio. Recordar a que fuimos a ese
lugar, porqué migramos, que queremos lograr etc., puede ayudarnos a mirar nuestra
postura desde un ángulo más ventajoso. Ser humildes, espontáneos y atentos se
convierte en la mejor herramienta que tenemos para poder extraer lo mejor de un
nuevo proceso de socialización que hasta puede terminar por enriquecernos y
cambiarnos tanto, que logremos tener el corazón en nuestra patria y el alma en
el país al que llegamos.
3.
Lo que es normal en tu país de
origen, no necesariamente es normal en otros países. Es una realidad diferente
y así lo tenemos que vivir, de manera diferente. – Sasha Janna, colombiana viviendo
en Paris, Europa.
Las diferencias en comunicación de
un país a otro es algo que me ha sorprendido. En mi ciudad de origen, la
comunicación podríamos decir que sobra, es decir, somos “altamente
comunicativos” y a eso estaba acostumbrada, no tienes que preguntar tanto a
nadie porque las relaciones suceden espontáneamente, todo el mundo te cuenta su
historia y lo que creen que vas a necesitar para seguir adelante con tu vida,
te dan consejos, recomendaciones que ni has pedido. Hasta que llegué a Barcelona, donde las personas
no se comunican tanto como en Barranquilla y entendí que siempre es mejor preguntar y tomar la iniciativa de llamar
y comunicarse con las personas con las que compartes o estás involucrada de una
manera u otra para informarte de aquello que te interesa o necesitas.
Entonces tengo varias historias que me sucedieron por asumir que aquí todo se
comunicaba como allá pero voy a comentar dos: Yo casi siempre era de las
primeras en levantarme ya que entraba a trabajar antes que mis compañeras de
piso. Un día me levanté y estaba todo el piso de mi apartamento mojado. Al ir a
la cocina pase por las habitaciones de mis amigas que vivían conmigo y vi q se
aumentaba el nivel de agua. Sin entender qué estaba pasando y de donde venía el
agua las levanté rápido y ahí nos damos cuenta que una de ellas dejo su laptop
en el piso y estaba completamente cubierto por agua, o sea, daño total y
completo. Entonces, todas un poco extrañadas porque seguíamos sin entender
llamamos a la propietaria del apartamento a preguntarle si habría alguna fuga
de la que no supiéramos y nos comenta que no, que simplemente como había
llovido tanto por la noche el agua entró por las paredes de vidrio y que eso
era lo normal cuando llovía tanto. Normal??? No, normal en Barcelona, nada más y
nadie nos informó ni nos recomendó nada para que esto no nos pasara. Luego, estaba
dividiendo la ropa blanco y la negra para meterla a la lavadora cuando de
repente comienzo a escuchar unos golpes muy fuertes en el piso de arriba. Me
pareció un poco extraño pero seguí organizando mi ropa. Cuando comienzo a meter
la ropa en la lavadora el golpe se sintió mucho más fuerte. Miro hacia arriba y
veo que el techo se estaba moviendo un poco. Asombrada, le grito a mi compañera
de piso para que viniera a ver pero no
me escuchaba así que continuo con mi tarea. Cuando siento como si ya se fuera a
romper el techo salgo corriendo a su cuarto. Cuando regresamos a ver lo qué
pasa y llegamos al cuarto de la lavadora
vemos una pierna que salía del piso de arriba. Minutos después había un señor
100% en nuestro apartamento que nos dice, luego de haber derrumbado el techo,
que tenía que romper nuestro techo ya que no estaba permitido cubrir esa zona
en el edificio pero lo curioso es que nadie nos había informado que esto no era
permitido y que lo iban a derrumbar. Normal?? No, normal sólo en Barcelona.
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