Sí,
dicho por ellos mismos, o, más bien, cantado por ellos mismos: es un mundo de
hombres pero no sirve, ni significa nada, sin la mujer.
Oprah
Winfrey, Beyoncé, Shakira, Angelina Jolie, Meryl Streep, Ellen DeGeneres y Jodie
Foster, ¿Qué tienen en común?
Son
mujeres poderosas e influyentes del mundo del entretenimiento que vienen anunciándole
al público que ser mujer no sólo se trata sólo de ser bonita, tener lindo
cuerpo y sonrisa cautivadora, todas características que por años llevan
vendiéndonos.
En
este 8 de Marzo, día internacional de la mujer (trabajadora), vamos a celebrar
nuestros triunfos en este man’s world,
de la mejor forma que podemos: reconociéndonos en nuestros logros, capacidades
y aprendiendo más cómo seguir siendo BELLAS, MARAVILLOSAS, INTELIGENTES Y
FELICES.
El Terreno Ganado
Según
los informes sobre el desarrollo mundial del Banco Mundial en esta década que
va corriendo, las mujeres representamos más del 40% de la fuerza laboral y
ocupamos un poco más del 50% de las sillas en los salones universitarios. Ya no
estamos más relegadas a sólo lo doméstico, o, a la crianza de hijos, podemos
mostrar nuestro gran POTENCIAL en todas las áreas que, desde, los griegos eran
sólo ocupadas por los hombres.
Las
mujeres divorciadas y viudas son cada vez menos estigmatizadas y menos tratadas
con lástima. Ahora, se les ve como “echadas pa’ lante”, y se admira su fortaleza
para ser RESILIENTES, con hijos, o, sin ellos.
Tenemos
hasta oficinas para la mujer, en algunos países, así como, viceministerios para
la mujer, cuotas de la mujer dentro del ala legislativa y administrativa de
gobiernos y empresas privadas.
Sí,
son muchos avances en un mundo en el que hace apenas 112 años en sólo un país,
Finlandia, se autorizó el derecho a votar para hombres y mujeres por igual. Un
mundo de hombres en el que sólo hasta hace 53 años, en un país reconocido por
muchos como libre de discriminaciones, como lo es Estados Unidos, se permitió
el voto a mujeres blancas y negras, por igual.
Tanto que Somos y Tontas que
no Somos
Es
un hecho comprobado por las neurociencias: sí, existe una diferenciación sexual
del sistema nervioso entre hembras y machos mamíferos. Sí, somos diferentes.
Estas
diferencias que ocurren, especialmente, en fases críticas perinatales
(alrededor del embarazo) afectan nuestras redes neuronales, y,
consecuentemente, nuestra forma de pensar.
Todos
los neurotransmisores, hormonas esteroides, tales como la testosterona, el
estrógeno y la progesterona, y, otros agentes, permiten o reprimen ciertas
conductas típicas del macho y de la hembra. Un ejemplo claro y evidente del
efecto de lo neuroendocrino en el comportamiento humano es: la agresividad y
fuerza del hombre, por un lado y, por otro, la sumisión y delicadeza de la
mujer.
Adicionalmente,
el poder de la cultura y lo psicosocial le imprime a cada género una
diferenciación marcada donde la mujer ha demostrado que, de tontas, no tenemos
ni un pelo.
Contamos
con capacidades como: nuestra facilidad en el lenguaje al comunicarnos, nuestra
tendencia a ser fortalecidas usando redes de apoyo, como lo son las amigas y
mujeres de la familia y, nuestra identificación de las emociones sentidas por
nosotras y reconocidas en el otro, la cual constituye la primera competencia de
la inteligencia emocional.
Todo
esto nos permite, en general, mostrar una mayor inteligencia emocional y social
a pesar de los altibajos propios de los ciclos menstruales con sus cambios
hormonales que pueden llegar a afectar nuestras ideas y tomas de decisiones.
Si
estos cambios los vivieran en sus cuerpos los hombres, el caos mundial, sería
tenaz, por ello, la naturaleza, sabia que es, nos la brindó a nosotras las
mujeres y nos capacitó con las redes neuronales y sociales para sobrellevarlos.
¿Pa’ Dónde Vamos?, o, más
bien, ¿Pa’ Dónde podemos ir?
Para
casi que, literalmente, donde nos dé la gana.
En
un planeta en el que la fuerza física y la agresividad específica de algunos
animales y, del hombre, proporcionada por su testosterona, está siendo
reemplazada por robots y automatizaciones, el campo a la mujer se abre casi que,
completamente, a las habilidades tradicionalmente femeninas.
Tenemos,
en potencia, las de ganar, en esta sociedad que hoy se vislumbra donde las
inteligencias, especialmente emocionales y sociales, antes las cenicientas,
hoy, son las reinas, y están siendo valoradas por encima de la fuerza física, así
que, ¡MUJERES: ARRIBA Y PARA ADELANTE, pues para atrás y para abajo, ni para
coger impulso!
*Psicóloga,
Master en Psicobiología y Neurociencias, Coach, certificada en Inteligencia
Emocional. www.jasselarzuza.com
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