“Tengo 35 no tengo novio y ya mis tías me tienen loca con el
cuento de que me va a dejar el tren”, “Las amigas de mi mamá le preguntan si
soy gay porque tengo 40 y no tengo novia”. Frases como éstas las escucho a
diario en consulta y entre amigos; tanto mujeres como hombres en estas edades y
en estas situaciones expresan preocupación por no estar en una relación de
pareja.
Uno de los factores que genera este tipo de comentarios es el
hecho de que, entre los adultos jóvenes y los mayores, las creencias,
expectativas y los estereotipos no son los mismos. Las costumbres de nuestra
sociedad actual han variado desde los tiempos de nuestros abuelos y padres. Sin
embargo, algunas personas mayores y jóvenes no se han ajustado a los cambios y
les cuesta adaptarse a las nuevas tendencias y comportarse de acuerdo a ello.
Aunque en muchos jóvenes, especialmente de pequeñas ciudades,
las ideas y creencias que prevalecen es la fomentada por sus padres y abuelos,
sus conductas responden a las exigencias sociales y laborales actuales,
mostrando así la incoherencia y lucha interna que viven los jóvenes adultos de
hoy.
Así las cosas, hombres y mujeres jóvenes llegan desesperados a
consulta buscando ayuda para aprender estrategias y encontrar pareja o porque
no se sienten felices con sus parejas actuales pero quieren continuar con su relación
porque “es mejor así” y precisan de estrategias para mantenerla. La pregunta
que les hago es: ¿Realmente buscas pareja porque tú lo deseas y necesitas?
En el espectro de casos nos topamos, por ejemplo, con adultos
jóvenes que tienen un mayor interés en desarrollar su vida laboral o académica
y dedican su tiempo a estudiar postgrados o a trabajar fuertemente y por largas
horas, con lo cual, consecuentemente, tener pareja no es su prioridad. Pero
cuando asisten a reuniones familiares y comienzan los comentarios y preguntas presionando sobre
la urgencia de tener pareja e hijos, entonces les surge la culpa, el stress y
la preocupación por tener pareja y familia. Y, aunque no es genuino el deseo de
pareja formal, la búsqueda por hallarla, comienza.
Hay otro grupo de adultos jóvenes que, sólo motivados por la
presión social de sus amigos y colegas ya casados o con parejas formales, están
en relaciones de pareja que no les son satisfactorias ni les hacen felices pero
que les sirve para evitar la presión social que no pueden o saben manejar
porque les es
difícil salir de su zona de confort y prefieren conformarse con mantener una
relación de pareja casi que exclusivamente para poder continuar con su grupo de
amigos y evitar comentarios de sus familiares en lugar de asumir el reto de
establecer nuevas relaciones con personas diferentes a su círculo social,
solteras y con quienes puedan disfrutar actividades diversas sin tener pareja
“por compromiso social”.
Algunos otros, los menos, abiertamente publican que no se
sienten preparados ni con deseos de comprometerse en relaciones a largo plazo
ni mucho menos de tener hijos y hacer familia y disfrutan relaciones esporádicas
que no les generan responsabilidades mayores y a pesar de recibir muchas críticas
y comentarios, ellos sí son coherentes con lo que dicen, sienten y hacen y eso,
los hace estar más sanos emocional y psicológicamente.
Este artículo está pensado para aquellos para los que, la
opinión de los demás es tan importante que sus deseos y prioridades personales
pasan a un segundo plano mientras que cumplir con las expectativas de los
demás, sean amigos o familiares, toma el plano principal. Una actitud que es
necesario revisar y procurar ayuda profesional para mejorar la calidad de vida
que se tiene.
Algunas estrategias que pueden servir si estás en esta situación
son:
1. Piensa. Haz una reflexión y un análisis honesto y completo sobre
las razones por las cuales estás buscando pareja o tienes una relación de pareja
que no te es satisfactoria. Eso te llevará a continuar con la búsqueda o a
continuar con tu pareja actual y buscar formas de mejorar la relación o, por el
contrario, pensar seriamente en terminarla.
2. Haz una lista. Si realmente te encuentras con el deseo
genuino de iniciar una relación formal y no sabes cómo conocer personas que
sean compatibles contigo, empieza por hacer una lista de tus características (valores,
virtudes, defectos, competencias, inteligencias, etc.), actividades y hobbies
que disfrutas y otra lista con los mismos ítems pero sobre lo que buscas en tu
media naranja.
3. Empieza por tus conocidos. Quítate la pena o vergüenza y pregunta
a tus amigos, familiares y conocidos si ellos conocen a una persona soltera y
dispuesta a iniciar una relación formal que tenga las características más
importantes para ti (3 o 4 máx.) y que disfrute algunas de las actividades que
tú disfrutas (3 o 4 máx.) y que buscas en tu pareja.
4. Consulta a los especialistas. Hay algunas personas
especializadas en la búsqueda de parejas, es su profesión y puedes acudir a
ellos. Hay también sitios de internet especializados en el tema. Resulta
relevante tener en cuenta que ya sea uno u otro sistema por el que te decidas a
consultar, antes te asegures de su ética profesional y de que te garanticen
seguridad y privacidad en sus procesos.
Es importante tener en cuenta que los citados aquí son casos descritos
de manera breve, práctica y general pero que cada caso merece su análisis y su
atención profunda al igual que lo merecen las estrategias aquí compartidas.
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